Rhaenyra se sobrepasa en el Consejo Privado. A Viserys le es aconsejado garantizar la sucesión a través del matrimonio. Daemon anuncia sus intenciones.
El segundo episodio demuestra que, al igual que ocurrió con su predecesora, el motor que mueve la producción, más allá de batallas y espectáculos audiovisuales de primer nivel, es el uso del diálogo; que se utiliza como el arma más afilada que podamos imaginar...
Una cosa buena de La Casa del Dragón es lo bien que se las ha arreglado para mostrar el paso del tiempo, mostrando los meses que pasan en un solo episodio, sin que nada se sienta apresurado.
Las actuaciones, como cabría esperar de un elenco de este calibre, continúan impresionando, especialmente Milly Alcock, Emily Carey, Matt Smith y Paddy Considine. La Casa del Dragón continúa de esta manera, se convertirá en una serie verdaderamente icónica por derecho propio.
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