En este majestuoso thriller de acción y venganza, Ok‑ju (Jun Jong‑seo), una despiadada exguardaespaldas, va en busca de Choi (Kim Ji‑hun), el responsable de la muerte de su mejor amiga Min‑hee (Park Yu‑rim).
Carlos María Porras Castaños
Las cosas que nos hacen felices
Nada nuevo bajo el sol. Bailarina se puede ver si te gusta la acción. Está ligeramente entretenida y dura apenas hora y media. La actriz, Jeon Jong-Seo, como ángel vengador cumple sobradamente y luce bien en las escenas físicas. Las coreografías tampoco están nada mal por lo que Bailarina cuando da comienzo el festín de la venganza se deja ver.
...más allá con pulcras coreografías, que sustituye diálogos explicativos o elementos de peso al hacer evoluciona la trama, Bailarina se basa en su apartado de acción. Punto en que destaca y en el que pone el mayor peso de su argumento. Desde la perspectiva subjetiva que utiliza la sangre y vísceras derramada con criterio artístico hasta la iluminación de brillantes tonos neón, que le brinda un aire ciberpunk. La cinta tiene la capacidad de resultar interesante a pesar de su sencillez. El punto más fuerte del largometraje.
Bailarina sirve para llenar el catálogo de Netflix con más thrillers de venganza, pero no logra aportar nada nuevo ni destacar, aunque tiene algunas escenas de acción dignas, pero resultan escasas.
Bailarina es otra exhibición de proeza actoral por parte de Jeon Jong-seo, cuya peligrosidad y vulnerabilidad se combinan con la elegante dirección de Chung-hyun para hacerte olvidar de los numerosos hoyos de la trama. Son 93 minutos de goce en donde las herramientas audiovisuales son más que suficientes para contar una simple historia de venganza.
La película no comparte nada personal, ni dudas, preocupaciones o temores de Ok-ju, excepto su afecto por su mejor amiga Min-hee. En lugar de sacar provecho de las lágrimas de Ok-ju o de la violencia infligida a Min-hee, el guionista y director Lee Chung-hyun confía en la acción, en una cinematografía impresionante y en la actuación de Jeon Jong-seo para crear un espectáculo que no está lejos de lo espantoso, pero de alguna manera todavía increíblemente comedido.
Tiene sus momentos de emoción y elementos visualmente impactantes, pero se queda corto en términos de profundidad narrativa y desarrollo de personajes. Para los fanáticos del cine de acción coreano, puede proporcionar una experiencia visual satisfactoria, pero no alcanza las alturas de algunos de sus predecesores en el género.
Una peli de venganzas clásica, sin demasiada brillantez que, sin embargo, logra entretener y conseguir sus destellos en algunas secuencias que, si no memorables, sí lo suficientemente entretenidas como para merecer un visionado.
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