El Exorcista del Papa: Vaticano arremete contra la película protagonizada por Russell Crowe

Las películas de exorcismo han sido parte de Hollywood durante más de medio siglo y su rol como herramienta de representación del poder de la iglesia en el mundo se sigue ejerciendo en la actualidad. Una muestra clara de ello es la reciente polémica que ha causado la cinta El Exorcista del Papa - 66% particularmente en el interior de la Iglesia Católica.

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Y es que no hay duda del lugar predominante que ocupan las historias de exorcismos en el género cinematográfico de terror. Aunque no fue la primera de su tipo, la película de exorcismo más influyente y conocida es El Exorcista - 87%, que sigue la posesión demoníaca de una niña de 12 años y los intentos de dos sacerdotes por salvarla. Así llegaron películas como El Exorcismo de Emily Rose - 45% y la saga El Conjuro - 86%, que poco a poco aportaría más material al género para seguir sorprendiendo al público.

Estas películas han explorado diferentes aspectos del exorcismo, desde los rituales religiosos hasta el terror psicológico. Aunque en la actualidad la temática pueda ya no escandalizar a la audiencia, históricamente las películas de exorcismo han sido criticadas por explotar las creencias religiosas y causar daño potencial a los espectadores vulnerables. Sin embargo, siguen siendo un género popular que fascina a los espectadores con sus batallas entre el bien y el mal.

Así llega el turno de la más reciente película de Russell Crowe, basada en los archivos reales del padre Gabriele Amorth, interpretado por Crowe, quien fue el jefe exorcista del Vaticano. La trama sigue la historia del padre Amorth, interpretado por, mientras investiga la misteriosa posesión de un niño. Perseguido por una conspiración de siglos, sus métodos poco convencionales de exorcismo lo enfrentarán al clero oficial del Vaticano, llevándolo a un dramático enfrentamiento tanto espiritual como religioso.

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Pero estos conflictos con el clero han traspasado la ficción, pues en un comunicado oficial emitido el mes pasado la Asociación Internacional de Exorcistas se posicionó totalmente en contra de esta película. Partiendo de calificar al título de la misma como "pretencioso", también afirma que la historia pretende cosechar audiencia gracias una trama conspirativa que busca emular lo conseguido por El Código Da Vinci - 25% al intentar poner entre dicho quién es el verdadero enemigo del mundo, si el diablo o poder eclesiástico. La asociación señaló en su comunicado su rechazo a las prácticas mostradas en la cinta (vía The Guardian):

El resultado final es inculcar la convicción de que el exorcismo es un fenómeno anormal, monstruoso y aterrador, cuyo único protagonista es el demonio, cuyas reacciones violentas pueden ser enfrentadas con gran dificultad… Esto es exactamente lo contrario de lo que ocurre en el contexto del exorcismo celebrado en la iglesia católica en obediencia a las directivas impartidas por ella.

Mientras lo que el público realmente se preguntaba era qué hace Russell Crowe en una película de este tipo, al ser poseedor de una exitosa carrera en la industria del cine con cintas como Gladiador - 76%, Una Mente Brillante - 75% y Los Miserables - 69%, la respuesta a esta pregunta puede encontrarse en el trasfondo de la misma historia que pretende reflejar la película de Sony Pictures dirigida por Julius Avery, que se basa libremente en la vida del legendario exorcista italiano.

La figura cobntrovertida del verdadero Amorth es realmente ineresante, pues este guerrillero antifascista de la Segunda Guerra Mundial afirmó haber realizado 60.000 exorcismos a lo largo de su vida y haber hablado con el diablo “todos los días” en italiano. Siendo quizá su declaración más polémica sea la de que el diablo había ocupado el Vaticano, también se conoce que este religioso era admirador del clásico de horror protagonizado por Linda Blair, pues reconocía su valor cultural además de haber reiniciado la conversación —para él primordial—, sobre la latente influencia del diablo en los actos de la humanidad.

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