No voy a pedirle a nadie que me crea | Top de críticas, reseñas y calificaciones

No voy a pedirle a nadie que me crea - 92%, dirigida por Fernando Frias, es una comedia y thriller estrenado en 2023 basado en la novela de Juan Pablo Villalobos. La trama sigue a Juan Pablo, interpretado por Dario Yazbek Bernal, quien, justo antes de mudarse a Barcelona con su novia Valentina para seguir una beca de doctorado, se ve involucrado con un cartel de drogas. Este le encomienda una misión en Cataluña, donde debe encontrar inspiración para su nueva novela, mientras su vida da un oscuro giro.

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Fernando Frías de la Parra, director, guionista y productor mexicano, ha construido una carrera destacada, galardonada con el Premio Ariel. Su trayectoria incluye una maestría en guionismo y dirección en la Universidad de Columbia, así como reconocimientos en festivales internacionales por su documental Calentamiento local (2008) y su ópera prima Rezeta - 83% (2012). En 2019, su segundo largometraje, Ya no estoy aquí - 100%, recibió múltiples reconocimientos en festivales y una buena recepción en Netflix.

No voy a pedirle a nadie que me crea es una co-producción mexicano-española, filmada principalmente en Barcelona. La película se estrenó en el 21º Festival Internacional de Cine de Morelia en octubre de 2023 y participó en la competición internacional del 38º Festival Internacional de Cine de Mar del Plata. Está disponible en Netflix desde el 22 de noviembre de 2023.

¿Qué dice la crítica de No voy a pedirle a nadie que me crea?

No voy a pedirle a nadie que me crea ha recibido críticas variadas que resaltan tanto sus puntos fuertes como sus debilidades. La película destaca por las sólidas actuaciones de Dario Yazbek Bernal y Natalia Solián, quienes dan vida a diálogos llenos de dobles sentidos y ambigüedades, creando una experiencia entretenida y única. La trama, aunque avanza lentamente según algunas críticas, mantiene un tono cómico brillante en todo momento, haciendo que los eventos más impactantes sean inesperados y convirtiendo la historia en una admirable aventura en pantalla.

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A pesar de su originalidad y dinamismo, la película no está exenta de críticas. Algunos señalan defectos, como la inclusión de humor negro en situaciones serias, lo que puede resultar forzado y sudado para impresionar al público. Sin embargo, Fernando Frias logra encubrir estas debilidades con una película que, en gran medida, resulta impresionante.

No voy a pedirle a nadie que me crea es descrita como una interesante combinación de comedia y thriller en español, manteniendo la atención del espectador con su ingenio, humor y drama. Aunque hay opiniones divididas sobre el humor oscuro y la simpatía de los personajes, la película logra ofrecer una experiencia cinematográfica ambiciosa y original.

El director, Fernando Frias, es elogiado por su habilidad para manejar la trama de manera sorprendente, atrevida y disfrutable, creando una suerte de laberinto narrativo que imita la experiencia del protagonista atribulado. A pesar de la densidad de los temas sociopolíticos abordados, la película no pierde su toque humorístico, manteniendo un equilibrio entre el realismo y el absurdo.

La crítica parece estar de acuerdo en que la cinta ofrece una experiencia cinematográfica única y dinámica, con actuaciones destacadas, un enfoque original y un manejo hábil de la trama. Aunque no carece de críticas, su propuesta ambiciosa y su capacidad para desafiar las expectativas la convierten en una película que no deja indiferente a su audiencia.

Pueden leer a continuación lo que están diciendo los críticos:

Anabel Rivera en Martin Cid Magazine:

Buenas actuaciones de Dario Yazbek Bernal y Natalia Solián, que recrean impecablemente diálogos llenos de dobles sentidos y ambigüedades. (...) Entretenida y, sobre todo, muy diferente. Recomendada para aquellos espectadores que buscan escapar de lo común y sumergirse, de alguna manera, en una época pasada más allá de la tecnología que, de manera kafkiana, los metió en este lío.

Nadeem Abdul en The Envoy Web:

El tono cómico de la película se mantiene brillantemente en todo momento, y hace que los acontecimientos más impactantes sean aún más inesperados. (...) No voy a pedirle a nadie me crea es una película divertida que convierte una novela interesante en una admirable aventura en pantalla. Si bien se puede acusar de avanzar lentamente, la historia general sigue siendo lo suficientemente divertida y refrescante como para considerarla una buena película.

Vikas Yadav en Midgard Times:

La película tiene su parte de defectos. (...) La tesis de Juan tiene algo que ver con encontrar si el humor es apropiado o inapropiado en ciertas condiciones, y la película a menudo intenta ubicar el humor negro en situaciones serias. Por lo tanto, tenemos esa escena en la que tres hombres juegan un juego de manos para decidir quién llamará a su jefe. Momentos como estos son débiles ya que parecen estar sudando para impresionar al público. Puede que Fernando no sea bueno en la comedia, pero se las arregla para encubrir sus defectos con una película que es en gran medida impresionante.

Archi Sengupta en Leisure Byte:

Esta comedia y thriller en español es interesante y emocionante de principio a fin, con un final que te dejará perplejo. Su retorcida trama retrata una historia apasionante que hace un gran trabajo a la hora de mantener el interés con su ingenio, humor y drama. Es un visionado muy interesante, pero prepárate para un viaje retorcido y cerebral.

Karina Adelgaard en Heaven of Horror:

... no puedo imaginar que el humor más oscuro en general sea para todos. No estaba haciendo mucho por mí. Y soy alguien a quien le encantan las comedias de terror, así como la sátira y el humor negro en general. Juan Pablo no fue un personaje simpático en ningún momento, pero acepto que esto también podría ser muy intencionado. (...) Es muy posible que gran parte del encanto de esta película se me escape porque no estoy familiarizada con la novela. O podría ser que simplemente no estuviera de humor para ello. No es que la odiara. De hecho, es casi peor porque me sentía entumecida la mayor parte del tiempo. Yo era indiferente. ¡Un pecado mortal para cualquier película!

Romey Norton en Ready Steady Cut:

Si eres fanático de las películas de estilo vanguardista, esta es una película en la que debes invertir tu tiempo. Sin embargo, si estás buscando un thriller criminal o una comedia, es posible que tus expectativas no se cumplan y que esta película te resulte lenta. y aburrida. (...) Una mezcla artística de géneros, desde el crimen y el suspense hasta la comedia, pero si no eres fanático de las películas de estilo vanguardista, te resultará difícil interactuar con esta.

Julieta Robledo en Bendito Spoiler:

A pesar de la duración de No voy a pedirle a nadie que me crea, el director logra un dinamismo increíble. La combinación de diferentes formatos, movimientos de cámara repentinos y ruptura de la cuarta pared, son solo un puñado de los recursos que utiliza. Parra es un realizador latinoamericano al cual hay que tener en la mira. Con este nuevo proyecto queda más que demostrado de lo que es capaz de hacer y nos preguntamos: ¿Qué será lo próximo?

Diego Brodersen en Página 12:

... El absurdo es el amo y señor de la adaptación relativamente fiel de de la Parra, estrenada hace pocas semanas en el Festival de Cine de Morelia, una película tan sorprendente como atrevida y disfrutable, una suerte de Después de hora que transcurre a lo largo de varios meses y cuya forma narrativa laberíntica imita la experiencia del atribulado protagonista.

Diego Lerer en Micropsia:

Anecdótica, divertida, despareja e inteligente (los debates universitarios son particularmente graciosos, apuntando a los excesos de la corrección política), No voy a pedirle a nadie que me crea es una película ambiciosa y original que, además de entrometerse en los cruces entre el realismo y el absurdo, sobrevuela temas sociopolíticos mucho más densos. Pero en ningún momento –aún cuando otros lo harían– pierde el humor, ya que el propio film termina siendo el intento de responder a la pregunta inicial acerca de qué cosas puede uno reírse.

Dionar Hidalgo en Algo Más Que Cine:

La cinta siempre carga un tono humorístico pese a la densidad de las cosas que van sucediendo, lo cual la hace disfrutable (...) No voy a pedirle a nadie que me crea es una película ambiciosa, algo original en su propuesta especialmente cuando juega con realismo y el absurdo, pero termina cayendo en varios lugares comunes que hacen que el filme pierda fuerza, pero en ningún momento pierde el humor, siendo su mejor baza.

Matías Mora Montero en Escribiendo Cine:

No voy a pedirle a nadie que me crea es precisa en sus objetivos y constantemente busca formas creativas de alcanzarlos. A diferencia de muchas producciones mexicanas, esta película no se repite y se distancia del estigma de ser un cine predecible. La producción de Netflix, con su próxima proyección en cines locales y posterior disponibilidad en la plataforma, promete ser una experiencia que nadie querrá perder. La película alcanza la cúspide de un tipo de humor que critica, se burla y satiriza ciertos grupos sociales, especialmente los supuestos intelectuales, al tiempo que cuestiona por qué escribimos sobre lo que escribimos.

Diego Battlle en Otros Cines:

... -más allá de algunos subrayados innecesarios desde la voz en off y en frases a cámara en las que se rompe la cuarta pared-, No voy a pedirle a nadie que me crea maneja con soltura, tensión y desfachatez una combinación entre thriller de mafiosos, desventuras universitarias y una acumulación de enredos que bebe del espíritu del humor físico de Buster Keaton y la comedia asordinada de Aki Kaurismäki.

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