El director John Landis recibió un homenaje por parte del festival Mórbido el pasado sábado 5 de noviembre, que reconoció sus contribuciones al cine de horror, en particular al clásico de género Un Hombre Lobo Americano en Londres - 89% (An American Werewolf in London, 1981) - el cual cumplió 35 años - y al influyente video musical del tema “Thriller” del Rey del Pop, Michael Jackson. Landis fue testigo de cómo el equipo de Mórbido, encabezado por Pablo Guisa, recreó la introducción de “Thriller” y parte de la famosa coreografía, con memorables detalles como lo fue la presencia del cineasta Mick Garris, caracterizado como zombie, rememorando su cameo en el video original.
Un día después del tributo, Tomatazos tuvo la oportunidad de platicar en exclusiva con Landis sobre temas diversos, desde Un Hombre Lobo Americano en Londres y “Thriller”, sus películas cómicas, el cine mexicano de luchadores hasta el estado actual de la industria fílmica. Cabe aclarar que la entrevista ocurrió justo antes de que se anunciara el remake de Un Hombre Lobo Americano en Londres - que será escrito y dirigido por el hijo del director (Max Landis) – pero, aún así, a continuación pueden encontrar la opinión de Landis sobre la tendencia en Hollywood de no arriesgarse en realizar proyectos originales.
Tomatazos: ¿Qué piensas de las nuevas generaciones que están apenas descubriendo tu trabajo?
John Landis: Estoy encantado. Cuando haces una película, la cinta tiene vida propia; la haces, se estrena y le dices adiós. Con suerte a la gente le gustará y lo que sucede muy a menudo es que puedes tener una película que es un gran éxito pero muchos años después no hay mucha gente que hable de ella y queda olvidada. Hay buenas películas que son grandes éxitos, hay malas películas que también son grandes hits y viceversa. La taquilla no es el indicador de la calidad de una película; la verdadera prueba para cualquier obra de arte es el tiempo. Me siento muy afortunado porque muchas de mis películas, como Colegio de Animales - 91%(Animal House, 1978), Los Hermanos Caradura - 87% (The Blues Brothers, 1980), De Mendigo a Millonario - 86% (Trading Places, 1983),Tres Amigos - 44% (¡Three Amigos!, 1986) o Un príncipe en Nueva York (Coming to America,, 1988) se siguen viendo. Deben ser entretenidas.
Tomatazos: En los años ochenta, ¿cuáles crees que fueron los elementos que hicieron destacar a Un hombre lobo americano en Londres?
Landis: En la industria del cine de cualquier país, el poder de un director está basado en la taquilla; por poder me refiero a su habilidad para que sus películas sean financiadas. Yo escribí Un Hombre Lobo Americano en Londres cuando tenía 18 años, en 1969, en lo que antes era Yugoslavia, mientras trabajaba como asistente de producción de El Botín de los Valientes (Kelly’s Heroes, 1970), una película muy absurda estelarizada por Clint Eastwood. Había muchas explosiones y era divertido para un joven de 18 años.
Escribí el guión ahí, y tras dos años y medio regresé a Estados Unidos, les mostré mi guión a varias personas y, básicamente, me dijeron que estaba loco. El guión provocaba dos reacciones: es demasiado escalofriante para ser divertido o es demasiado gracioso para ser aterrador. A la gente le gustaba pero decían que nunca se iba a producir. Mientras lo seguía intentando, tuve éxito como escritor, trabajé como doble de riesgo y dirigí tres películas: The Kentucky Fried Movie (1977), una cinta independiente, Colegio de Animales , mi primera cinta de estudio y, luego, Los Hermanos Caradura.
Esas tres películas fueron un éxito comercial. Entonces fue que yo tuve el poder para decir que quería hacer Un Hombre Lobo Americano en Londres y aunque la mayoría de los estudios la rechazaron, la compañía holandesa PolyGram accedió a realizarla en un negocio en el que yo asumiría el riesgo de una inversión de $10 millones de dólares. Eso significó que tuve el control completo.
Es una manera maravillosa de hacer películas porque fue fácil, ya sabía cómo hacer cine y no tuve que discutir con nadie. Mientras la estábamos haciendo, PolyGram le vendió los derechos norteamericanos a Universal, que es dueño globalmente en la actualidad porque PolyGram quebró.
Tomatazos: Después de trabajar con Rick Baker en El monstruo de las bananas (Schlock, 1973), ¿fue tu única opción para la creación del maquillaje especial de Un hombre lobo americano en Londres?
Landis: Desde que hicimos El monstruo de las bananas en 1971 le había dado el guión de Un Hombre Lobo Americano en Londres. Ya estaba todo escrito, sólo tenía que descubrir cómo hacerlo, lo cual hizo durante los siguientes años.
Tomatazos: ¿Cuál fue la reacción inicial de los efectos especiales tanto de Un hombre lobo americano en Londres como del video de “Thriller”?
Landis: Cuando Un Hombre Lobo Americano en Londres se estrenó en Estados Unidos obtuvo malas reseñas, a los críticos no les gustó, pero le fue bien en taquilla. Respecto a los efectos, fueron deslumbrantes para la gente; el trabajo de Rick es tan brillante que ese mismo año se creó la categoría de Mejor Maquillaje en los Óscares.
La razón por la que cualquier película es efectiva es porque te importan los personajes. El impresionante trabajo de Rick Baker es doblemente efectivo porque te preocupas por el protagonista y verlo sufrir y cambiar fue algo notable.
Tres años después de Un Hombre Lobo Americano en Londres, me encontraba en Londres - creo que para hacer comerciales - y recibí una llamada telefónica en la noche: “¿Está John Landis ahí? Soy Michael Jackson”. Colgué pero volvieron a llamar: “No, ¡realmente soy Michael Jackson!”. Me dijo que había amado Un hombre lobo americano en Londres y que quería que yo hiciera un video.
Un mes después me reuní con él en Los Ángeles; Thriller ya era el álbum más exitoso de todos los tiempos, había permanecido en el primer lugar por más de un año. La compañía responsable ya había realizado dos importantes videos: “Billie Jean” y “Beat It”. Ese par fueron videos de rock tradicionales, los cuales en ese tiempo costaban entre $30 mil y $60 mil dólares, uno realmente caro costaba $75 mil dólares.
Yo no quería hacer un video de rock porque eran comerciales para los álbumes, pero Michael era encantador y lo que realmente quería era convertirse en un monstruo en pantalla. Obviamente tenía una fascinación por la metamorfosis. Entonces le dije, OK, hablaré con Rick Baker, pero no quiero hacer un video de rock. Como era una gran celebridad, quise explotar su estrellato y traer de vuelta el cortometraje para cines; por eso [el video de “Thriller”] dura 16 minutos, está pensado para el cine y de hecho sí fue exhibido en salas.
Michael estuvo de acuerdo, juntamos el dinero, medio millón de dólares, una cantidad que en esa época hizo que toda la gente se volviera loca aunque actualmente siempre se gastan eso y más. Costó tanto porque filmamos con sindicatos en Los Ángeles durante seis o siete días, además de que ocupé 10 días para ensayar con los bailarines; por eso es que [en el video] el baile es increíblemente preciso. El video funciona tan bien porque, para empezar, Michael es brillante, y luego porque el tema fue muy bien interpretado.
Tomatazos: Si bien nos encontramos en un festival de horror, me gustaría hablar sobre esas comedias de NationalLampoon que realizaste. ¿Cómo se dio tu atracción por ese género?
Landis: Es gracioso para mí el hecho de que soy considerado un maestro del horror porque hice muchas películas y sólo dos son de terror [risas]. No soy como Joe Dante, John Carpenter o Tobe Hooper, quienes sí hicieron muchas cintas de horror. Yo no, no es lo que me atrae. Soy un fan del género, leía Famous Monsters of Filmland, conocí a Forrest J Ackerman y Ray Harryhausen.
Pero la razón por la que estoy en Mórbido, honestamente, es porque mi amigo Mick Garris vino hace un año y amó la experiencia; segundo porque se acomodaba a nuestra agenda; y tercero ¡porque era un viaje gratis a la Ciudad de México! Ni mi esposa ni yo habíamos estado en la CDMX. Realmente lo hemos disfrutado.
Tomatazos ¿Qué piensas del hecho que el tema racial de De Mendigo a Millonario se siga sintiendo relevante en Estados Unidos?
Landis: Siempre es relevante. Ha habido progreso en los últimos 20 o 30 años, tuvimos un presidente negro, hay menos inseguridad, pero una de las cosas más aterradoras sobre Donald Trump - aparte de que es un cerdo - es que volvió a abrir una herida. Es muy deprimente y horrífico porque es un mentiroso patológico y un payaso, si lo escuchas dar un discurso piensas que es un idiota, pero hay gente que cree que él sí va a arreglar las cosas.
Tomatazos: “Make America great again”.
Landis: ¿Qué significa eso?¿De qué está hablando? Universalmente, todos tienen una falsa nostalgia por los “buenos viejos tiempos”. No existieron los buenos viejos tiempos, es una mentira, ¿de qué están hablando? ¿De la Segunda Guerra Mundial? ¿De la Guerra de Vietnam? ¿El movimiento de los derechos civiles?
El estado de California, donde yo vivo, tiene la séptima economía más grande del mundo - y su mayoría es de origen hispano - pero es curioso que todos los programas de este tipo afectarán a los trabajadores que lo apoyan.
[Landis interrumpe la entrevista al ver un comercial de luchadores en la tele]
¿Ese es Santo? ¿Quién es el luchador con la mascara plateada? ¿Silver Demon?
Tomatazos: No, el Santo es el plateado y Blue Demon es azul.
Landis: Entonces un tipo interpretando a Santo acaba de pasar en televisión.
Cuando era un pequeño niño en Los Ángeles, mostraban constantemente viejas películas mexicanas en televisión, en un canal en español pero en otro canal dobladas al inglés. Veíamos esas extrañas películas de “Santo contra la momia luchadora azteca”.
Tomatazos: Santo contra las momias de Guanajuato.
Landis: Sí, y contra vampiros y hombres lobo. Las amaba cuando era niño, pensaba que eran grandiosas.
Tomatazos: Vi una charla contigo y Joe Dante donde recuerdas una historia, cuando estaban en el cine…
Landis: Y Joe dijo que la vida era muy corta para ver todas las películas. Sí, esa fue la primera vez que me salí del cine.
Antes veías un trailer y pensabas, quiero ver eso. Ahora veo un trailer y pienso, OK, ya no necesito verla completa. Pero siempre hay buenas películas, sólo es extraño que la mayoría son malas. Eso es porque ahora hacen menos cintas.
Tomatazos: ¿Hay algún cineasta nuevo en particular que te interese?
Landis: Hay muchos cineastas increíbles trabajando en todo el mundo, en Corea, en Inglaterra, en Estados Unidos, en México. Mi amigo Guillermo del Toro es un director maravilloso. Obviamente tienes a Alfonso Cuarón y… ¿cómo se llama el otro tipo?
Tomatazos: Iñárritu.
Landis: Sí, con él tengo sentimientos encontrados pero de cualquier forma es muy exitoso y siempre está realizando cine importante.
Tomatazos: Dado que tu carrera comenzó en el viejo sistema de los estudios de Hollywood, ¿qué piensas de que ahora hay tantas películas de superhéroes?
Landis: Bueno, todo el negocio es completamente diferente ahora y no es culpa de nadie, es una evolución. Se da principalmente por el Internet y la televisión; hay mucha piratería, los chinos se roban todo y es muy difícil realizar una película que genere ganancias. Hay dos generaciones - estoy seguro que tú perteneces a una - a las que le envían un link con una película y la ven, pero están robando, no hay respeto o consideración por la propiedad intelectual. YouTube, por ejemplo, está basado en el robo, Google también. Es un tiempo muy extraño porque ya no se te ocurre que ver al ver una película [pirata] le estás robando dinero a alguien más.
México y toda Latinoamérica tenían grandes industrias fílmicas, es fascinante que con la Segunda Guerra Mundial, México se convirtió en un país poderoso para el cine. La industria del cine en México era grande en los años cuarenta y cincuenta, hacían películas tontas pero también muchas películas grandiosas. Lo que está pasando ahora alrededor del mundo es que hay una nueva idea de lo que es una película. Muchas veces el cine nacional no es apoyado por la propias personas, quienes prefieren ir a ver IronMan 12 que una pequeña película mexicana; simplemente no están interesados.
Los estudios ahora están asustados por muchas razones. La ironía es que con la tecnología es más barato hacer una película, pero es más difícil hacer que la gente la vaya a ver al cine. La mayoría no se ven, el resto sí pero se ven en YouTube, lo cual es deprimente. El cine se debe ver en una sala grande, con buen sonido y con tantas personas como sea posible, porque entre más gente haya, la película se torna más divertida o aterradora. Es una experiencia colectiva donde las emociones se contagian, y actualmente la mayoría de las personas ven las cintas en sus computadoras o celulares sin compañía. Esa es la depresión del cineasta.
Tomatazos: Ahora que la experiencia de ir al cine está cambiando, muchos cineastas han optado por trabajar en televisión.
Landis: La televisión es un mercado hambriento, donde necesitan productos para muchísimos canales. La real razón por la que todos están haciendo televisión es porque puedes hacer cosas grandiosas, explorar temas que los estudios ya no apoyan; los estudios ya no hacen películas pequeñas, sólo hacen cintas grandes y franquicias porque están asustados y todo tiene que ver con el marketing. En 1978, Colegio de Animales costó $2.8 millones de dólares y Universal gastó tal vez $30 millones de dólares para venderla; ahora podrías hacer esa película por $5 millones de dólares pero el estudio gastaría $65 millones en marketing. Es algo global.
Yo comencé a trabajar en Hollywood cuando se estaba colapsando, a finales de los sesenta, y en esa época hacían películas como MASH (1970) y Patton (1970), el mismo año. Era un tiempo salvaje para los estudios. Los Hermanos Caradura fue la última película hecha en Universal cuando aún tenían sus departamentos; departamento de cámaras, sonido, props, construcción de sets, maquillaje y peinados, vestuario. Entonces podías hacer todo en el estudio, pero eso es cosa del pasado.
Tomatazos: De todas las cosas que has hecho en el aspecto profesional, ¿cuál es la que más te enorgullece?
Landis: Estoy orgulloso de todo. Pienso que nunca hice una película grandiosa, pero sí cintas realmente entretenidas. Haces cine por varias razones, para ganar dinero o por motivos políticos; algo de lo que la gente no se da cuenta es que todo es político, aunque no lo hagas deliberadamente. He sido muy afortunado por poder lidiar con temas de una forma subversiva. Los Hermanos Caradura es una cinta absurda pero por la pasión de Dan Aykroyd y John Belushi, trajo completamente de vuelta al R&B. La música es fantástica y estoy feliz por eso.
Hay escenas que me gustan en todas mis películas, aunque no creo que sean completamente grandiosas. Tres Amigosme hace reír mucho, es muy graciosa, me encantan las actuaciones de Alfonso Arau, Steve Martin, Chevy Chase y Martin Short, y el vestuario diseñado por mi esposa. Amé poder hacer un western. Había trabajado como doble de riesgo en westerns como Érase una Vez en el Oeste - 98% (Once Upon a Time in the West, 1968), pero sólo dirigí un western. Walter Hill me dijo que si los directores supieran lo divertido que es hacer un western, nunca dejarían el género. Es simplemente grandioso. Tres Amigos es absurda y a mí me gusta lo absurdo.
Un príncipe en Nueva York es probablemente la película más exitosa que hice, ganó mil millones de dólares. Algo de lo que puedo hablar ahora y jamás mencionaría antes es que cuando Eddie Murphy me presentó la idea, era tonta: un príncipe africano llega a Queens en busca de una princesa, y encuentra a una chica que trabaja en McDonald’s. Debido a que Eddie era una estrella, el estudio me había dicho que si podía completar la película en seis meses aún cuando no había guión, y acepté porque me di cuenta que aún siendo una cinta absurda, una comedia romántica con toques de cuento de hadas, lo emocionante y fascinante es que iba a poder hacer una gran película glamurosa de Hollywood con actores afroamericanos sin que su color fuese parte de la trama.
Hasta ese momento las películas con actores negros eran así. Sidney Poitier siempre interpretaba al “tipo negro”. Incluso en mi película De Mendigo a Millonario, Eddie es el “tipo negro”. Pero en Un príncipe en Nueva York, el color de los actores no tenía relevancia en la trama, aunque por supuesto íbamos a hacer muchos chistes sobre la cultura afroamericana, pero al final del día, era un cuento de hadas. Me di cuenta que nadie lo iba a notar si realizaba correctamente esta película… y ¡lo hicimos! Una película con afroamericanos que no era sobre ser afroamericano. Estoy muy orgulloso de ella, porque nunca se había hecho eso.
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