Junio de 1968 tal vez sea el momento más significativo y decisivo de Elvis Presley en la historia de su carrera. Su meteórico ascenso a la fama a mediados de los años cincuenta se vio interrumpido en 1958 cuando sirvió dos años en el ejército de los EE. UU. A su regreso, el país se encontraba al borde de una enorme transformación. La década de los sesenta trajo consigo un cambio radical en la política, la cultura popular y la música. Pero en lugar de ser el centro de la opinión pública, Elvis había quedado relegado. Bajo la tenaz dirección de su representante, el coronel Tom Parker, el cantante se dedicó a rodar películas en Hollywood, que cada vez eran más monótonas. En 1968, ya habían pasado siete años sin subirse a un escenario. Le habían arrebatado su trono en la música popular. Los Rolling Stones, Los Beatles, Motown, Hendrix y otros que encabezaban las listas habían convertido a Elvis en una figura olvidada de la música. Ese verano de 1968, en lugar de grabar un programa familiar de Navidad solicitado por Parker, Elvis insistió en volver a sus raíces del rocanrol y presentar un espectáculo en vivo que conmemorara los grandes éxitos del pasado y preparara el camino para un futuro ambicioso. El evento, que más tarde se conoció como «el especial de Elvis Presley», se considera uno de los momentos más importantes en la carrera del cantante. A través de entrevistas profundas, un acceso sin precedentes a los archivos personales de Elvis y del coronel, e imágenes poco vistas del especial de 1968 y los ensayos, reviviremos este momento crucial en la carrera del Rey y analizaremos el furor y el caos de la década de 1960 desde la perspectiva de uno de los íconos culturales más imborrables de EE. UU.
Comentarios
Facebook
Tomatazos
Mejores
Nuevos