Paul McCartney and Wings -One Hand Clapping ()

One Hand Clapping

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Paul McCartney and Wings -One Hand Clapping ()

One Hand Clapping

Dirigida por David Litchfield, esta película capturó el momento en que Paul McCartney & Wings habían encontrado y definido su sonido característico. Filmada durante cuatro días en los estudios Abbey Road en agosto de 1974, la película ofrece una visión del funcionamiento interno de la banda mientras trabajan y tocan juntos en el estudio. Incluye...

Dirigida por David Litchfield, esta película capturó el momento en que Paul McCartney & Wings habían encontrado y definido su sonido característico. Filmada durante cuatro días en los estudios Abbey Road en agosto de 1974, la película ofrece una visión del funcionamiento interno de la banda mientras trabajan y tocan juntos en el estudio. Incluye interpretaciones de temas de la obra maestra de Wings, Band on the Run (publicada en 1973), imágenes íntimas de la banda mientras pasan el rato en el estudio, combinadas con fragmentos de entrevistas en audio. La película también incluye secuencias completas e inéditas de una actuación acústica de Paul en solitario llamada Sesiones en el patio trasero. Además de la película, esta proyección incluye una introducción de Paul McCartney grabada exclusivamente para el público en las salas de cine, así como Polaroids inéditas de la banda.

Créditos y reparto

Directores
David Litchfield
Guión
N/A
Género
Documental, Musical
País
Inglaterra
Idioma
Inglés
Duración
67 min
Estreno

Reseñas de críticos

  • Eoghan Lyng Dirty Movies
    One Hand Clapping es tan íntimo como modesto y, a pesar de su fama, McCartney se muestra increíblemente agradable, accesible y eminentemente talentoso (...) A juzgar por las actuaciones, una frenética 'My Love' y una alegre 'C'Moon', solo dos de los números en exhibición, One Hand Clapping postula a Wings como la mejor banda que McCartney haya liderado.
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  • Phil Hewitt Sussex World
    El pastel es rico y sabroso, y luego tenemos la guinda inesperada: McCartney solo con una guitarra acústica sentado afuera en el patio trasero, tocando lo que se le viene a la cabeza. Hay una gran emoción nuevamente cuando se lanza a Twenty Flight Rock, una canción tan crucial en el comienzo de su amistad con John Lennon en Liverpool hace todos esos años. También hay versiones encantadoras de I'm Gonna Love You Too y Peggy Sue. McCartney se quita el sombrero ante Eddie Cochran y Buddy Holly, ambos claramente grandes influencias. Y es una excelente manera de cerrar esta deliciosa celebración del lugar destacado que ocupa McCartney en nuestra historia musical.
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  • Matthew Teklemariam Exclaim!
    El director David Litchfield adopta un enfoque de dirección que desarma. Destaca la naturaleza cotidiana del trabajo de estudio, favoreciendo las reacciones de desconcierto y las miradas descontentas a media distancia (...) La mayor parte del beneficio tecnológico se puede encontrar en las grabaciones de estudio excelentemente conservadas (...) Como extra, "The Backyard" se utiliza como coda de la película. Aquí, McCartney rinde homenaje a los movimientos pélvicos que lo formaron con versiones acústicas en solitario de Eddie Cochrane, Buddy Holly y Chuck Berry. Es el momento más destacado de la película, ya que muestra que el magnetismo de McCartney no se basa simplemente en sus interacciones con los demás: es simplemente un hombre, unos pocos acordes con estilo y su verdad musical.
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  • Mark Beaumont NME
    La yuxtaposición entre momentos sublimes, verdaderamente "históricos" de genio musical y la rutina diaria en el estudio no es tan marcada aquí como lo fue en la serie Get Back (...) Pero hay destellos. Un perro de estudio husmea entre cables y amplificadores llenos de polvo durante una maravillosamente emotiva "Maybe I'm Amazed". Las alas se abren paso a lo grande en una arrasadora "Band On The Run". Una orquesta llega para tocar a toda velocidad "Live And Let Die" como si fuera una película de Bond escrita por Wagner. Gran parte de One Hand Clapping parece el vídeo de interpretación consciente que siempre se pretendió que fuera, pero son estos vistazos tras bambalinas los que te impiden parpadear durante toda la película por miedo a lo que te puedes perder.
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  • Peter Bradshaw The Guardian
    El extraordinario entusiasmo espontáneo de McCartney y el deleite que siente por cada momento creativo, su natural extroversión musical y su virtuosismo informal son un gran tónico (...) Hay mucho para que los nostálgicos y los completistas se desmayen, y algunos detalles hilarantes, como el baterista Geoff Britton con su traje de karate haciendo algunos movimientos de artes marciales en un momento libre. Todo un placer.
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