Asim Chaudhry
En 1984, un joven programador intenta adaptar una caótica novela de fantasía a un vídeojuego. Un desafío alucinante que le llevará a cuestionarse la realidad que le rodea. Película interactiva de "Black Mirror", dirigida por David Slade ("Hard Candy"), en la que el espectador puede tomar decisiones que cambian el rumbo de la historia, entre más de cinco... Seguir leyendo
En 1984, un joven programador intenta adaptar una caótica novela de fantasía a un vídeojuego. Un desafío alucinante que le llevará a cuestionarse la realidad que le rodea. Película interactiva de "Black Mirror", dirigida por David Slade ("Hard Candy"), en la que el espectador puede tomar decisiones que cambian el rumbo de la historia, entre más de cinco finales posibles y 300 minutos filmados en total. También existe la opción de ver la película sin tomar ninguna decisión, lo que da como resultado un film de 90 minutos.
Interesante el enfoque de la película, una vez más black mirror sorprendiendo
Un ejercicio nuevo, entretenido aunque inesperado. Un mensaje profundo e inteligente, un elenco bien seleccionado y con un significado lógico.
pudo mejorar pero las lineas de continuidad aveces hacen confusa la trama
Black Mirror: Bandersnatch es un ejericio interesante, para aquellos que no han jugado videojuegos, para los que si hemos jugado es algo muy visto, la pelicula tiene un mensaje muy profundo sobre la manipulación, la locura y el sufrimiento.
Lo malo, es que no hay desarrollo de personaje y toda decisión dificil que tomemos no afecta en nada ya que la trama se las arregla para seguir en las mismas.
Este ejercicio cuestiona todo lo relacionado a la predestinación y el destino. Si estamos predestinados a vivir ciertas circunstancias o ser algo que no queremos ¿Para qué esforzarnos? Si el destino es algo inevitable ¿Por qué no dejar que fluya? O ¿Nuestras decisiones cambian nuestro rumbo?
el filme posee muy buenas escenas con decisiones tanto fáciles como difíciles para el espectador, eso sin contar las diferentes maneras en las que rompe la cuarta pared haciendo al espectador parte de la historia y, aunque uno de los finales si me pareció un poco bizarro, fuera de eso, es un muy buen largometraje.
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