Baltimore Beltran
Con un hijo en el extranjero, con la ausencia de su marido y aunque ella no está sola, Esmeralda pierde la razón de estar ahí; en su hogar cuidando de alguien, en medio de su pueblo callado. Pero la vieja mujer recupera en segundo aliento cuando afuera de su casa se hace de “La Cuina”; una puerquita bebé que le devuelve a Esmeralda la necesidad de dar amor... Seguir leyendo
Con un hijo en el extranjero, con la ausencia de su marido y aunque ella no está sola, Esmeralda pierde la razón de estar ahí; en su hogar cuidando de alguien, en medio de su pueblo callado. Pero la vieja mujer recupera en segundo aliento cuando afuera de su casa se hace de “La Cuina”; una puerquita bebé que le devuelve a Esmeralda la necesidad de dar amor y cariño.
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Concepción Márquez hace gala de sus bases teatrales para desempeñar un personaje entrañable cómo esta señora mayor que se encuentra en un proceso de adaptación y aceptación de la soledad. Hay momentos que son muy duros para el personaje y ella los saca avante, con una actuación excelsa.
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