En una prisión no identificada, un hombre demente es ejecutado en la silla eléctrica. Esto ocasiona una serie de actos en protesta, por parte de un grupo de asesinos seriales en la ciudad. Se trata de Alice ( Ashley Bell), una paciente que escapó de un hospital de salud mental y cree que vive en los años 50; Blondie (Angela Trimbur), una mujer hermosa que seduce a los hombres y los atrapa en su sótano; un estrangulador (James Landry Hebert) que ataca a mujeres inesperadamente; y un hombre enmascarado y asesino a sueldo (Sam Zimmerman) cuyo siguiente trabajo lo lleva a un club nocturno. Mientras avanza la noche, el número de víctimas aumenta y el camino de estos asesinos se llena de sangre.