El problema con este filme es que sus directores se ensañan con su protagonista mediante el sometimiento a lo más parecido a un calvario, empujando al film de un realismo social a una crítica bastante burda sobre el capitalismo y la burocracia. De los Dardenne a Iñárritu hay un trecho que, al menos en el caso de La lección, se recorre en apenas un par de minutos.
En algún momento de esta película, nosotros los espectadores también aprendemos una lección respecto al valor de la literatura y aprendizaje en esta sociedad corrupta.
Con un clímax emocionante donde Mia, quien fue a buscar a Fin, juega un papel importante, la película es un debut sorprendente para su escritor/director Ruth Platt.
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