Como cada año, la entrega de los Premios Óscar dio mucho de qué hablar, con algunas polémicas y algunos aciertos, pero al menos no tuvo una bofetada de Will Smith a Chris Rock. Lo que sí tuvo fue el acoso por parte del presentador Jimmy Kimmel a la activista Malala Yousafzai, la persona más joven en obtener un Premio Nobel de la Paz (a los 17 años) y la protagonista del documental Él Me Nombró Malala - 73%, de Davis Guggenheim. Este año asistió a la entrega de los Premios Óscar como productora de Stranger at the Gate, nominado a Mejor Cortometraje Documental, aunque no resultó ganadora.
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Malala Yousafzai nació el 12 de julio de 1997 en Mingora, Pakistán. Desde una edad temprana se interesó por la educación y la igualdad de género, y comenzó a hablar públicamente sobre estos temas. En 2009, a los 11 años, comenzó a escribir un blog bajo un seudónimo para la BBC Urdu, donde contaba su vida y la situación en Pakistán después de que los talibanes tomaran el control del Valle del Swat, donde ella vivía. El blog se hizo popular, y Malala comenzó a hablar públicamente sobre la importancia de la educación y los derechos de las niñas.
En 2012 fue atacada por un talibán mientras regresaba de la escuela en un autobús escolar. El ataque fue en represalia por su activismo, y Malala resultó gravemente herida. Fue llevada a Inglaterra para recibir tratamiento y se recuperó. Después del ataque, se convirtió en una figura aún más prominente en la lucha por la educación y los derechos de las mujeres. En 2013, fundó la Fundación Malala para apoyar la educación de las niñas en todo el mundo. En 2014, recibió el Premio Nobel de la Paz por su trabajo en defensa de los derechos de las niñas y la educación.
La primera acción de Jimmy Kimmel en la entrega de Premios Óscar que causó molestia en los espectadores fue cuando le preguntó a Malala si creía que Harry Styles realmente le escupió a Chris Pine, referencia a un polémico video en el Festival de Venecia 2022, donde supuestamente el ex-cantante de One Direction habría escupido sobre el actor por un pleito que inició en el rodaje de No te preocupes cariño - 31%. Tanto Pine como Styles han negado que eso haya ocurrido, pero Kimmel no pretendía una respuesta honesta, sino sólo hacerse el gracioso al dirigir una pregunta tan banal a la activista pakistaní. La respuesta de ella fue “yo sólo hablo sobre la paz”, a lo que Kimmel respondió “por eso eres Malala y nadie más lo es”.
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Después, la persona disfrazada del Oso Intoxicado - 67% (cocaine bear), fue a molestarla deliberadamente, para que el presentador pudiera decirle “deja en paz a Malala” y lo enviara de regreso al escenario. Estas acciones, seguramente no malintencionadas, no salieron tan bien como se esperaba, y ahora Jimmy Kimmel es objeto de críticas. Aunque es algo bastante menos escandaloso si se compara esta polémica con lo que sucedió el año pasado entre Will Smith y Chris Rock, o con la victoria de Luz de Luna - 98% en 2017, después de que se había anunciado a La La Land: Una Historia de Amor - 92% como la ganadora.
En los últimos años los premios Óscar han experimentado una caída en su audiencia televisiva, lo que ha llevado a muchos a preguntarse si el prestigio de los galardones ha disminuido. En 2020 la audiencia de los premios Óscar sólo tuvo 23.6 millones de espectadores, lo que supuso una caída del 20% en comparación con el año anterior, pero lo peor fue la de 2021, con 9.85 millones de espectadores, el punto más bajo en su historia, aunque se recuperó ligeramente en 2022 con 16.6 millones de espectadores.
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