Andrew Dominik pasó años tratando de levantar la producción de Rubia - 59% y es que el director se obsesionó con la novela de Joyce Carol Oates y quería usarla para un planteamiento muy específico sobre el abuso dentro de la industria cinematográfica y la forma en la que el público crea a los ídolos más allá de las personas reales. Para lograr su objetivo, el creador pasó mucho tiempo buscando a la actriz perfecta para el rol y Ana de Armas se convirtió en la estrella ideal, con la crítica y el público listos para elogiarla. Sin embargo, el estreno de la cinta no fue el esperado y la mayoría de la gente quedó muy decepcionada con el resultado. Ahora, luego de varios meses de críticas constantes, Ana de Armas salió a defender el proyecto y aseguró que simplemente no estaba hecho para complacer a la mayoría.
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Ana de Armas llamó la atención de Hollywood desde que comenzó a trabaja en títulos como Lado Oscuro del Deseo - 34% y Blade Runner 2049 - 88%, pero fue Entre Navajas y Secretos - 100% lo que realmente la posicionó como una de las nuevas y más talentosas estrellas del momento. Cuando la intérprete se quedó con el rol de Marilyn Monroe, muchos criticaron que el director optara por una figura cubana en vez de una norteamericana, pero las primeras imágenes oficiales de la actriz funcionaron para cambiar el tono de los comentarios.
Mucho se habló sobre la película y sobre la clasificación que tendría, pues había escenas explícitas de abuso sexual y agresiones. Con todo este drama, Rubia lógicamente se convirtió en uno de los estrenos más esperados del 2022, y Ana de Armas rápidamente se nombró como la favorita para la temporada de premios. Las cosas cambiaron cuando la cinta finalmente se estrenó en el Festival de Venecia, donde recibió críticas negativas por tener una narrativa sexista que no le hacía justicia a la vida de la protagonista de Los caballeros las prefieren rubias - 98% y parecía más enfocada en sobreexplotarla en lo posible.
Aunque Ana de Armas eventualmente consiguió su nominación al Oscar, fue ignorada por la mayoría de las otras premiaciones y hasta recibió una nominación como Peor Actriz en los Razzies. La actriz pasó de ser una de las favoritas a una que tomó un lugar que algunos hubieran preferido para Viola Davis o Danielle Deadwyler. Al final, Rubia se usó para poner sobre la mesa el debate sobre los hombres directores que abordan vidas femeninas sin una perspectiva feminista, y eso es algo que el público no quiere pasar por alto y sentía que debía ser reafirmado cada que Andrew Dominik defendía la película con lo que algunos consideraban un discurso misógino y limitado.
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La protagonista también defendió en diversas ocasiones la película y aseguró que no se sintió explotada al filmarla, pero la gente no recibió muy bien sus comentarios sobre sentir el espíritu de Monroe en el set o el que filmaran la escena de su muerte en el lugar preciso donde sucedió. Ahora que ya pasó algo de tiempo, Ana de Armas decidió hablar nuevamente sobre Rubia para defender su propuesta y asegurar que no está hecha para complacer a todos, pues aborda un tema muy complicado que algunos prefieren negar.
En entrevista con The Hollywood Reporter, la actriz declaró:
Cuando estrenamos la película en Venecia, o San Sebastián, [la reacción fue mucho más cálida que en Estados Unidos]. Por supuesto, la reacción que recibe más atención es la de Estados Unidos, pero esa no fue toda la experiencia. Es difícil escuchar estas reacciones, pero siempre puedes volver a lo que experimentaste, por qué lo hiciste y las razones por las que te atrajo el proyecto. Eso no va a cambiar. Tienes al director y tienes otros actores con los que siempre puedes hablar.
Por difícil que sea escuchar que a la gente no le gusta tu película, es lo que es. No era una película hecha para complacer a la gente o para que a la gente le gustara. Es una película difícil de ver.
La actriz no tiene problemas con la reacción del público, pues sabe que es parte de lo que la película quería hacer para que se sintieran cómplices de las agresiones hacia Monroe:
No creo que la película hable mal de ella ni un poco. Creo que es todo lo contrario. Creo que habla mal del medio ambiente y de la industria, y esa es una píldora difícil de tragar a veces para otras personas en el negocio.
Ceo que la película también hace que el público se sienta participante. Contribuimos en su momento, y seguimos contribuyendo, en la explotación de actores, personas en el ojo público. Nosotros, la audiencia, hacemos esto. Y siento que es posible que algunas personas hayan sentido que [alguien] los señaló con el dedo.
Ana de Armas admite que la primera vez que leyó el guion lo sintió como si fuera una historia de horror, pero eso fue justamente lo que más llamó su atención, pues considera que otras películas sobre Monroe no abordan con honestidad su psicología y la forma en que la fama y el ojo público afectaron tanto su vida y la llevaron a un trágico final.
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