En los últimos años la televisión se ha vuelto un espacio seguro para el riesgo y las historias originales. Mientras el cine se enfoca en crear millones a partir de secuelas y franquicias basadas en la nostalgia, la pantalla chica ha logrado tomar la iniciativa para proyectos que no lograrían ser competencia para las titánicas ofertas de algunas productoras.
Reconocidos directores, escritores y actores ahora acuden a la televisión porque también les da el privilegio del tiempo, en el que algún personaje o trama interesante puede desarrollarse por años, evitando las prisas y los recortes que bien pueden arruinar el producto.
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Este auge puede volverse problemático con bastante rapidez. Hace un par de años John Landgraf, CEO de FX dijo que ya había demasiada televisión. Esto se refiere a las ofertas de cada canal, que además han aumentado en cuestión de meses. Ahora se analiza la cantidad de series que sí llegaron a la pantalla y los números son en verdad sorprendentes.
Según Variety, el estudio de Landgraf reveló que durante el 2017 se presentaron 487 series, sobrepasando por mucho a las 455 del 2016. De esta cantidad final, la televisión por cable básico es quien más ofrece con 175 series. Netflix, dentro de los servicios online, ofreció 117 series, siendo el servicio de streaming que más programas emitió. El servicio de cable por paga desarrolló 42 series, una cantidad menor en parte por el gran presupuesto que requiere su creación. Este año tuvimos nuevas temporadas de series muy esperadas como American Horror Story: Cult - 74%, Stranger Things - 
90%, Game of Thrones - 98% y The Walking Dead - 81%, pero también tuvimos programas originales como Legion - 90%, Dark, Mindhunter - 94% y The Punisher - 62%, que además fueron muy bien recibidas por el público y que ya confirmaron nuevos capítulos.
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El mayor crecimiento sucede en los servicios de streaming que van a la alza, y que pronto encontrarán más competencia. En tan sólo cinco años, estos servicios superaron en un 680% los trabajos que se desarrollaron durante el 2012. En el caso de la televisión abierta y de cable, los números son significativamente más altos cuando se compara con el año 2002:
El aumento es evidente, pero no necesariamente positivo. Demasiada televisión puede ser un obstáculo para programas nuevos. Mientras los fans leales seguirán viendo sus series favoritas, las nuevas propuestas podrían pasar desapercibidas y canceladas casi de inmediato por sus costos, tal fue el caso de The Get Down: Parte 2 - 86%, Gypsy - 29% y Girlboss que al no atraer a suficiente público en su primer intento simplemente se quedan sin una segunda oportunidad.
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