A lo largo de los años hemos visto increíbles avances científicos y tecnológicos que en años anteriores hubieran parecido sacados de una novela de ciencia ficción. Los avances alcanzan y superan las expectativas. Como ejemplo de ello se pueden observar los cambios que el cine ha experimentado. Con novedosas tecnologías hoy es posible realizar películas que en años anteriores se hubieran complicado mucho más; los efectos especiales resultan sorprendentes, prácticamente todo lo que se ve en pantalla tiene cierto realismo, por irreal que pueda ser. Más fascinante es aún imaginar lo que le depara al mundo y al cine.
Es cierto que mirar hacia adelante e imaginar lo que está por venir es atractivo y fascinante, pero mirar hacia atrás nos permite ver mejor dónde estamos parados hoy. Si bien es verdad que no podemos transportarnos al pasado, el cine permite que viajemos a él. Podemos leer una novela y soñar con la época en la que fue escrita, ver una pintura y visualizarla con vida y mirar una fotografía e imaginarla con movimiento. Pero con el cine, podemos ver más que sólo eso. No importa que se nos presentaran historias fantasiosas o distópicas, sin importar cómo fuese la película siempre guardara un poco de la historia bajo la cual fue creada. El vestuario, los efectos especiales, las actuaciones, las cámaras, el audio, el sonido… todo nos habla y nos recuerda lo que alguna vez fue.
Hoy decidimos hacer un recorrido al pasado a través del cine. Nos remontamos a 1986. Un año en el que vimos a un grupo de amigos realizar un recorrido para encontrar a un desaparecido; a un joven pelear por conseguir su sueño; a unas hermanas dialogar sobre las complicaciones de la vida; a un joven aviador que buscaba ser el mejor. 1986 también fue el año en el que se presentó el primer filme realizado completamente por el Studio Ghibli, James Cameron sorprendió con los efectos de una cinta más del universo de Alien, Umberto Eco vio cómo su novela más famosa fue llevada a la pantalla y David Lynch consiguió la ovación de la crítica.
Hoy viajamos tres décadas al pasado para dar un paseo a través del cine y recordar las películas de 1986 que nos marcaron; 30 años después las rememoramos con nostalgia.
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