RESEÑA: Home is Somewhere Else | Un canto de humanidad enmarcado en animación de alta calidad

El documental animado Home is Somewhere Else - 93% cuenta de manera brutal y poética las experiencias de tres familias migrantes en los Estados Unidos. Dirigida por Carlos Hagerman y Jorge Villalobos, esta película ofrece una mirada hermosa, íntima y honesta a las vidas de aquellos que se vieron forzados a dejar sus hogares en busca de una vida mejor en un país extranjero. Y lo hace también muy especialmente con aquellos que fueron desplazados a la fuerza de todo aquello que llamaban hogar, sumándole aquellos a quien la migración voluntaria les ha partido el corazón en dos.

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La película se estrenó internacionalmente en el Festival Internacional de Cine de Animación de Annecy en junio de 2022 y posteriormente en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara. Desde entonces, ha sido seleccionada para varios festivales de cine importantes, incluyendo el Festival de Cine Latinoamericano AFI y el Festival de Cine de Guadalajara en Los Ángeles.

Tal como dictan sus orígenes medievales, los juglares divertían, entretenían e informaban al pueblo con sus historias, cantos y cuentos, como artistas ambulantes que se dedicaban a recitar poemas épicos y cantar canciones populares. The Deportee nos muestra justamente cómo es que un artista urbano contemporáneo puede llegar a emular esta labor, como evangelizadores del lenguaje, informadores sociales y actores de cambio cultural.

Desde este punto de partida, nuestro juglar en cuestión nos lleva a través de un poderoso viaje visual de sueños y anhelos, donde el retrato de tres familias mexicanas que luchan por permanecer, con todas su letras, hace la función de una catarsis social dentro de una temática que puede incluso llegar ser falsamente acusada de “desgastada”. Las historias que se nos presentan logran ser una voz de esperanza en medio de un panorama desolador para los migrantes.

Home is Somewhere Else - 93% es particularmente relevante en un momento en que la inmigración sigue siendo un tema candente en la política estadounidense. Sin duda alguna este es uno de los casos superlativos donde el arte realmente conecta con una historia llena de corazón, logrando así iluminar a cada artista a través de diferentes medios. De tal manera que su misma representación visual contiene elementos que pueden resonar en el público desde la nostalgia, la familia, el arraigo y los sueños.

Observar cada una de las tres historias centrales resulta una experiencia totalmente inmersiva, y que estimula los sentidos para sentir como propias las historias de sus protagonistas. Si bien, tal como lo mencionó Guillermo del Toro, la animación no es un género sino un medio, en esta ocasión se las arregla también para hacer tanto un poema como una plegaria. Y es que no hay manera de ser indiferente a lo que este documental tiene por contar, pues demuestra que la forma es el fondo y que en ocasiones el corazón puede mover a las dos hacia la misma dirección.

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El primer relato nos cuenta la historia de Jasmine, una niña de 11 años que lucha por mantener unida a su familia. En esta ocasión el arte conceptual de la animación se basó en los dibujos de la niña, quién nos narra su vida como activista por los derechos de los migrantes. Ya a su corta edad y siendo la única ciudadana estadounidense de su familia, ha aprendido que el alzar la voz contra las injusticias no es necesariamente una posición política, sino único recurso ante la realidad volar.

El verse obligada a separarse de un padre o la posibilidad de hacerlo, han marcado la vida de Jasmine así como la de cientos de miles de migrantes. A estos personajes un documento les ha dicho que no ni ellos ni sus derechos existen, por lo que merecen ser arrancados de los tuyos para ser sometidos a un proceso deshumanizante antes de desecharlos. No obstante, la belleza brindada la animación de la cinta logra poner el lente narrativo dentro de todos los aspectos que sí construyen la humanidad de estas personas por nombre y apellido.

Es así como llegamos a la historia de las hermanas Evelyn y Elizabeth, con un salto que muy atinadamente puede entenderse como una progresión artística en la animación. En un ejercicio que por momentos puede recordar a Los cuentos de la calle Broca como a las ilustraciones de los libros de la SEP en la década de los noventa, este capítulo nos presenta el contraste entre la felicidad y la pena que atraviesan dos hermanas que han tomado caminos distintos.

El sueño de planear un futuro juntas es el hilo conductor de esta historia, de dos hermanas que se aman profundamente, la cual logra con creces demostrar realismo por medio de los elementos de animación más inverosímiles, que por momentos pueden llegar a ser eco en el realismo mágico. Más que en ninguna otra historia de las que componen a este documental, los easter eggs se hacen presente a través de simples elementos como una tipografía en la que puede llegar a confundirse al leer USA por VISA, o personajes en el fondo de un plano que aparentan trascendencia, como las personas en situación de calle o el anuncio en un autobús de una abogada de defensa. Todo con el fin de complementar la difícil situación que atraviesa la familia de las hermanas, quienes viven en suelo estadounidense en un estatus ilegal.

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El tercer y último episodio de Home is Somewhere Else - 93% nos muestra la vida de José Eduardo Aguilar, quien no es otro que el mismo The Deportee. Por medio de flashbacks y flashforwards, se nos presenta tanto la animación como la historia más oscura de la trilogía, con un estilo que puede llegar a recordar al cómic moderno. A través de la vida de este joven es que atestiguamos la discriminación y la exclusión social que sufren los migrantes por parte de las mismas autoridades del país vecino.

La particular visión del documental al contar las historias por los propios protagonistas añade una capa extra de autenticidad y profundidad a la narrativa. A esta majestuosidad visual, se le suma la voz de The Deportee, quien con el uso del Spanglish mientras rapea en voz alta su poesía, nos muestra la realidad y autenticidad de la biculturalidad que habita en todas las personas como él.

Esta coproducción entre México y Estados Unidos, colaboró con los estudios de animación mexicanos Llamarada, Casiopea, Virus Mecánico y la productora Shine Global, poniendo así muy en alto a la animación nacional por medio de este gran resultado. Una vez que el público haya visto esta cinta sabrá por qué se encuentra entre lo mejor que ha producido el cine nacional en materia de animación en la reciente era.

Los cineastas han utilizado la animación para contar estas tres historias de una manera que todos los públicos puedan entender y disfrutar, lo que la convierte en una película única en su tipo que se puede usar como herramienta de comunicación y para iniciar el diálogo sobre temas sociales importantes. Quizá el logro más importante del documental sea el decidir no poner en el centro de su historia a la migración, la deportación ni la separación de las familias, sino que se las arregla para exprimir toda la humanidad de experiencias familiares como las de cualquier otra persona.

Tal y como lo han expresado sus creadores, Home is Somewhere Else - 93% no intenta basarse en estadísticas o datos concretos para contar su historia, sino que toma a estas experiencias humanas de viva voz para armar un collage repleto de sentimiento e ingenio narrativo. Este documental califica como un imperdible de la temporada y que se encuentra ya en cartelera, por lo que no queda más que recomendarla con todos los pulgares arriba.

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