Festival de Cine de Venecia 2022: Rubia (Blonde) ya tiene calificación de la crítica

¿En qué punto se dibuja la línea entre el mito y la persona? Desde su primer avance, Rubia, la biopic de Marilyn Monroe basada en la novela de Joyce Carol Oates dejaba en claro que buscaba explorar los pasajes desconocidos de un ícono que “muchos deseaban, pero pocos conocían”. Actriz, modelo e incluso cantante, a nadie le queda duda que Monroe fue el mayor icono femenino del siglo XX: nunca hubo ni habrá nadie como ella. Pero también es cierto que detrás de los reflectores, la artista era perseguida por la tragedia, inundada por una inmensa soledad que la llevó a tener fuertes depresiones, adicciones y comportamientos erráticos hasta su misteriosa muerte en 1962.

En este retrato ficticio de Monroe, dirigido por Andrew Dominik (Matálos Suavemente - 74%, One More Time with Feeling - 100%), se ofrece una mirada audaz de la tumultuosa vida privada de la leyenda de Hollywood, y del precio que pagó por la fama. En el reparto podemos encontrar a Ana de Armas, Adrien Brody, Bobby Cannavale, Xavier Samuel, Jualianne Nicholson, Lily Fisher y Evan Williams.

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Interpretar a la diva de Hollywood, en todas y cada una de sus facetas, representa un reto colosal para la actriz en turno, y Ana de Armas sin dudas tiene el rango dramático para aterrizar esto a cuadro. En un reciente entrevista con L'Officiel, la interprete cubano-española declaró que pasó aproximadamente año y medio trabajando con un entrenador de dialectos e investigó extensamente al ícono para realizar una interpretación fiel que no se sintiera como imitación. La actriz aseguró que con su trabajo en Rubia buscaba “plasmar sus sentimientos, su viaje, sus inseguridades y su voz, en el sentido de que ella realmente no tenía una".

Por otra parte, Ana de Armas recientemente declaró que no entiende por qué se le dio a la cinta una clasificación NC-17, teniendo en cuenta que hay una serie de programas o películas que son mucho más explícitos y con mucho más contenido íntimo que esta. Con todos estos antecedentes en mente, Rubia finalmente fue presentada el día de hoy en el Festival de Cine de Venecia y las primeras reseñas han comenzado a aparecer en la web.

Rubia - 59% ha dividido a la crítica, pues se señala que no es una cinta biográfica clásica o repetitiva, ya que juega con las proporciones y los formatos del cine, ya sea de granulado en blanco y negro a tecnicolor de pantalla ancha. Ana de Armas recrea varios momentos legendarios con una similitud increíble, simple y sencillamente sin ella la cinta no funciona, pues es el alma pura de ésta. Cada detalle de la cinta está cuidadosamente hecho, desde la dirección de fotografía hasta el diseño de producción al momento de evocar la época de oro. La dirección de la película es segura y precisa con el tema que maneja.

Otra parte de la crítica señala que las deficiencias de la historia decaen en el hecho de que por momentos se siente como una historia de una mujer que quiere tener hijos y se la pasa suspirando por un hombre, lo que bien podría traducirse como un análisis básico de Monroe. El retrato que el director construye de la leyenda se ve opacado por un resultado monótono. Pese a que la interpretación de Ana de Armas es brutal en el tema de la sensualidad, y eso le da muy poca oportunidad para evocar la inteligencia y el humor de Marilyn. Varios podrían catalogar el largometraje como un espectáculo de mal gusto.

A continuación las reseñas más destacadas sobre Rubia - 59%, que estrena en Netflix el 28 de septiembre:

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Yasmine Kandil, de Discussing Film:

La película posee la rara habilidad de una película biográfica de hacerte sentir personalmente conectado con su tema, Marilyn Monroe, y está ejecutada con una dirección tan segura y un estilo distintivo, unidos por la fidelidad inquebrantable de Ana de Armas.

Bilge Ebiri, de Vulture:

Ana de Armas nos conquista. Ella imita hábilmente el estilo de hablar medio sin aliento de Monroe. Blonde es hermosa, fascinante y profundamente conmovedora.

Marshall Shaffer, de Decider:

Armas funciona tan bien porque cada elección está calibrada al servicio del objetivo más amplio del proyecto, no tanto como un retrato sino como una parábola.

Damon Wise, de Deadline:

Todos los elementos técnicos son notables, desde la cinematografía hasta el diseño de producción y la partitura (una sinfonía exuberante pero mínima al estilo Carter Burwell de Warren Ellis y Nick Cave), pero el hecho de que la película funcione se debe a la extraordinaria actuación que se encuentra en el centro de la misma: Ana de Armas...

Jane Crowther, de Games Radar:

...la película de Dominick no es una película biográfica repetitiva, sino que cambia de proporción y formato (de granulado en blanco y negro a tecnicolor de pantalla ancha) para imitar los medios en los que consumimos a Monroe. De Armas recrea momentos icónicos con inquietante verosimilitud...

David Rooney, de The Hollywood Reporter:

...es difícil ignorar la sensación de malestar de que Dominik se está divirtiendo con el espectáculo de mal gusto. De Armas no guarda nada para conectar con el dolor del personaje. Ella se merece algo mejor.

Jo-Ann Titmarsh, de Evening Standard:

De Armas es una presencia atractiva y, al igual que la mujer que retrata, es eminentemente observable. Ella captura la sensualidad y la vulnerabilidad de Monroe, pero se le da muy poca oportunidad de evocar la inteligencia y el humor de Marilyn.

Sophie Monks Kaufman de IndieWire:

No es que Andrew Dominik haya hecho una película inverosímil sobre la experiencia de una pobre joven belleza atormentada por el miedo a la locura que fue masticada por la máquina de Hollywood, el tema es que ha hecho una película inspirada en Marilyn Monroe donde se la caracteriza monótonamente.

Christina Newland, de iNews:

...Blonde es una herida, otra grieta en la brillante armadura de Marilyn, hasta que se vuelve incapaz de soportarlo más. Para Dominik, el hecho central de la vida de Marilyn es que murió, en parte por su propia mano, a los 36 años. Eso es todo. Sin vivacidad, sin elección, solo tragedia. Nada más que ver aquí, amigos.

Richard Lawson, de Vanity Fair:

Hay momentos en los que Blonde parece reducirse a una historia sobre una mujer que se preocupa por tener hijos y suspira por un hombre, lo que se siente terriblemente superficial como un análisis de Monroe, o realmente de cualquier mujer en particular.