Andor: Diego Luna protagoniza la primera serie de Star Wars con un estelar mexicano

Andor - 90%, la nueva serie de Star Wars protagonizada por Diego Luna (Rogue One: Una Historia de Star Wars, Milk: Un hombre, una revolución, una esperanza - 94%, Y Tu Mamá También - 92%), ya está en exclusiva en Disney+, anticipando una nueva línea narrativa, tanto en sus series como sus posibles películas. No sorprende a nadie que se haya escogido a este personaje y a este actor para uno de estos finos spin-offs que hemos podido ver en Disney+, pues Rogue One: Una Historia de Star Wars - 85%, pese a que se inscribe en la línea de tiempo tradicional de Star Wars como antesala a la gran guerra que todos conocemos, sin duda creó un hito en el modo de abordar la guerra galáctica y un nuevo modo de contar las historias que integran el cosmos donde la Fuerza es el alma universal que circunda a los seres.

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Cassian Andor fue el primer personaje mexicano de Star Wars. Un detalle importante de su actuación, que fue una de sus aportaciones cruciales durante el rodaje, fue que el actor usó su verdadero acento cuando protagonizó Rogue One. Su interpretación fue importante para muchos fanáticos que no estaban acostumbrados a verse representados en la pantalla en grandes éxitos de taquilla, mucho menos en esta franquicia.

El capitán Cassian Jeron Andor era un oficial de inteligencia que se unió a una misión rebelde condenada al fracaso para robar los planos de la Estrella de la Muerte. Así que Cassian Andor no solo es el primer personaje mexicano de Star Wars, sino que también protagonizará su propia serie. Diego Luna ha sido abierto sobre la importancia del elenco diverso de Rogue One: Una Historia de Star Wars - 85%, que fue parte de un gran cambio para la franquicia. Tanto Star Wars: El Despertar de la Fuerza - 92% como Star Wars: Los Últimos Jedi - 91% también han logrado grandes avances. El personaje de Luna resonó entre los espectadores, particularmente en el tímpano de los mexicanos, lo que llevó a algunas historias bastante conmovedoras que incluso hicieron que el actor se emocionara.

Aunque toda la saga de Star Wars ha sido concebida –desde que George Lucas llevó su propuesta a la pantalla grande– como una puesta en escena que apela a la infancia, los temas no son para nada triviales. Los arquetipos en los que funda las premisas de su universo y la psicología de sus personajes se nos ofrecen muy adultos. Viven, sobre todo, en un mundo que podríamos llamar maniqueo: el bien y el mal son fuerzas opuestas representadas por la Fuerza en su lado de Luz y su lado Oscuro.

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Esto nos pone de frente a una situación que, si bien es plástica y moralmente fácil de asimilar, crea un vacío de algo que los seres humano conocemos: la gama de colores que producen la luz refractada y su afectación por las sombras. Una gama de colores que, conforme se acerca a la oscuridad sin ser devorada, crea seres de sombras pálidos, renegridos y, poco antes de alcanzar la opacidad ceremonial, se transforman en una sociedad lumpen, lejos de las tragedias de los protagonistas que ya conocemos. Sobre todo cuando la cúpula de la nobleza heroica y los púlpitos se encuentran lejos de esta sección de la sociedad.

Por ejemplo, en Star Wars no es raro ver a un personaje bueno volverse malo o uno malo volverse bueno. Toda la saga Skywalker trata sobre el personaje de Anakin Skywalker que pasa del bien al mal y vuelve al bien, incluido su nieto. Estos giros son a menudo intercambios totales, extremos completamente diferentes de la escala. Muy rara vez vemos a algún personaje operar en las áreas más grises del bien y el mal. Ahí es donde Cassian Andor opera de la mejor manera. En palabras del propio Diego Luna en entrevista para IGN.com:

No trabajas con Tony Gilroy si no quieres quedarte en las áreas grises. Es de lo que se trata su escritura cuando está en su mejor momento. Debido a que esta historia trata sobre personas, no hay jedis alrededor; por lo tanto, sólo vemos las personas que sobreviven. En ambos lados hay personas, como tú y yo, y las personas toman decisiones. A veces tienes éxito con esas elecciones, a veces fallas y a veces te das cuenta de que estás en el lado equivocado. La vida debería darte la oportunidad de reaccionar ante eso, cambiar y transformarte.

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Las palabras del actor no son menores. Sabemos que Andor será una historia descarnada sobre personas de ambos lados –Imperio Galáctico, comandado por Lord Sidious (AKA el Sid Vicious del Lado Oscuro) y la Alianza Rebelde, secretamente dirigido por distintas facciones, entre las que destaca la de los Organa– que intentan sobrevivir en una galaxia llena de drama familiar –sí, en el fondo la vida de los Skywalker es una telenovelota telúrica con visos muy a la Cuna de lobos– y fuertemente dividida a medida que el Imperio Galáctico y sus agentes del mal político-económico-de poderes fácticos ganan un control más estricto de la galaxia cada día que pasa.

La tarea de Andor - 90%, a diferencia de The Mandalorian - 90% o El libro de Boba Fett - 63% –cuyos episodios arrancan con la reciente caída del Imperio Galáctico bajo la dirección de Luke Skywalker, Leia Organa, Han Solo, Lando Calrisian y el propio Anakin Skywalker–, explora un momento muy oscuro en la línea de tiempo de Star Wars. Quedan pocos caballeros jedi después de que se ejecutó la temida orden 66, arte y gracia de Lord Sidious. El Emperador Palpatine, de la mano de sus comandantes más feroces y fascistas, al igual que del resentido, rencoroso y violento Darth Vader, poseen no sólo el control político y económico, sino también han infundido dolor, desesperanza y una abolición de la libertad que poco a poco torna a los habitantes de los planetas bajo su dominio en infelices ciudadanos de una tierra poblada por el desaliento. La pobreza y la esclavitud alcanzan su punto más alto. Esta serie necesita enviar un mensaje en los primeros episodios de que las cosas no están bien y empeorarán antes de mejorar.

Esto implica que, si bien la parafernalia del universo de Star Wars –sinfín de especies alienígenas, tecnologías y estéticas steampunk, entorno de mecánicos espaciales, lásers a la menor provocación y paisajes agrestes circundados por ruina y esplendor al unísono– está presente, es un espectáculo que se destaca en la gran cantidad de historias de Star Wars por lo áspero y denso de su composición. Algo muy difícil de lograr, hay que decirlo, pues por muy pequeños que fueran sus personajes, rara vez se inscribían en la miseria de la dictadura. Andor tiene la oportunidad de hacer algo que ningún otro programa o película de Star Wars ha hecho. Gracias Disney por comprar la franquicia, nos hacía falta una dosis de realidad en bruto.

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Andor - 90% comienza cinco años antes de los eventos de Rogue One: Una Historia de Star Wars - 85% cuando Cassian busca a alguien de su pasado. En su lugar encuentra algunos problemas que se intensifican rápidamente. Según Diego Luna, el viaje del joven Cassian en Andor - 90% recontextualiza el papel del futuro héroe rebelde en Rogue One. El actor declaró para The Hollywood Reporter:

De hecho, vamos a desafiar cada idea que tengas, o cada respuesta que se te ocurra, sobre por qué o cómo sucedieron las cosas y por qué este personaje hizo lo que hizo. Todos los que vieron Rogue One creen que tienen la respuesta. Así que vamos a desafiar eso, y vamos a acercarnos a ti y decirte: ‘No, escucha, las cosas no fueron como las imaginaste. Estaban así. Esto tenía que suceder para que alguien se convirtiera en la persona que conoces.

Esto implica dejarse de medias tintas y crear una psicología más compleja, afincada en experiencias de vida que toman mayor distancia de la fábula. Atraer una audiencia más madura a Star Wars es lo que esta franquicia clásica necesita para crecer más allá de la plástica y la mitología fantástica. Debe inscribirse en un ámbito en el que todos nos entendemos: el de quienes no toman decisiones, el de las comunidades y los trabajadores de a pie. Andor - 90% tiene una oportunidad única de hacer algo especial y significativo y sólo podemos esperar que los escritores vean eso y lo aprovechen. La serie ya estrenó sus tres primero episodios en Disney+ y parece que va en el camino correcto. Por lo pronto la crítica y el público la han aclamado.

El creador/showrunner de la serie, Tony Gilroy, quien coescribió Rogue One, ya ha planeado la segunda temporada de Andor, que filmará 12 episodios en cuatro bloques de tres episodios, y cada bloque representará un año de historia. Luna está entusiasmada con el formato ambicioso:

Creo que es perfecto. Es encantador. Es casi como cuatro películas diferentes [a través de cuatro bloques de tres episodios]. También hay espacio entre cada bloque donde pasa el tiempo, por lo que podemos evolucionar y transformarnos.

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Además de Luna, Andor - 90% presenta el regreso de Genevieve O'Reilly (Tolkien - 41%, Rogue One, Avatar - 83%) como Mon Mothma y Forest Whitaker (Pantera Negra - 90%, La Llegada - 94%, El Último Rey de Escocia - 87%) como Saw Gerrera. Los recién llegados a la serie incluyen a Stellan Skarsgård (Dunas - 56%, El Hombre que mató a Don Quijote - 44%, Ninfomanía: Primera Parte - 75%), Adria Arjona (True Detective - 85%, Good Omens, Morbius - 21%), entre otros. La primera temporada de 12 episodios contará con capítulos dirigidos por Toby Haynes, Ben Caron y Susanna White.

Es importante tener en cuenta cómo interactúa cada uno en su segmento. Finalmente, como dice Diego Luna en entrevista para Collider:

Es un espectáculo sobre la gente de ambos lados. Es bastante injusto, quiero decir, entiendo por qué, pero es bastante injusto llamarlo Andor porque es más o menos una pieza de conjunto donde las personas importan y las historias individuales son importantes. Las personas que conocerás aquí son sólo personas normales que sobreviven en tiempos muy oscuros de la galaxia. Incluso en el Imperio, en ese sistema burocrático que no permite que las personas sean personas para ser ellas mismas, donde sólo son números.

Posiblemente por esto, Diego Luna es un excelente representante de este antihéroe –por demás atípico en el imaginario de George Lucas–.

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El proceso de Diego Luna en Andor

Para entender cómo fue que Diego Luna se metió en los calcetines de este personaje, lo explicaremos en las palabras del propio actor, con fragmentos de entrevistas que dio a The Hollywood Reporter, CinemaBlend y Collider acerca de la primera temporada de Andor - 90%.

Tony Gilroy fue completamente honesto conmigo. Eso me encanta de él. Es simplemente honesto y abierto. Tuvimos una llamada telefónica y me dijo: ‘Mira, te voy a decir lo que tengo en mente. Quiero saber tu opinión antes de sentarme y escribir, o antes de comprometerme, porque tenemos que estar en la misma página y necesito saber qué piensas. Si te gusta por dónde va, de lo contrario no tiene sentido arrancar’. Y me presentó su primera idea, la imagen completa. Simplemente no podía creerlo. Estaba tan en sintonía con lo que tenía en mente en términos de mi historia de fondo, la que necesitaba responderme a mí mismo para interpretar a Cassian en Rogue One.

El primer día de filmación fue muy raro. Se sentía casi como un sueño. Cuando tienes una perspectiva de que estás viviendo el sueño, pero también presenciando el momento desde lejos y juzgándote a ti mismo, eso es lo que me pasó a mí. Yo estaba allí y no estaba allí al mismo tiempo. Hablé de eso durante años, literalmente dos o tres años antes de que empezáramos a filmar, pero solo estando allí, no podía creerlo. Soñé con la experiencia de Rogue One, porque era tan única, extraña, interesante y diferente a todo lo que había hecho antes, así que volver allí fue una sensación muy extraña.

Salía del peor momento del confinamiento durante la pandemia. Así que no fue sólo la rareza de volver a interpretar a un tipo cuya muerte ya interpreté, sino también porque salía de muchos meses de permanecer encerrado desde que era un bebé. No podía moverme en la cuna. Entonces, la interacción social se había ido en nuestras vidas, y de repente, estaba volviendo a un set.

Así que me tomó un tiempo adaptarme y darme cuenta de que tenía que cumplir. Yo estaba allí para trabajar; no era sólo un revival. Era un trabajo real que necesitaba ejecutar, pero tomó tiempo porque nos han pasado muchas cosas en los años posteriores a Rogue One. Así que empecé a disfrutarlo al tercer o cuarto día. Al principio, parecía que el disfraz era demasiado grande o demasiado pequeño.

Incluso actuar con el droide... el droide lo hizo muy fácil. El trabajo detrás de este robot es increíble. No es una o dos personas: se trata de todo un equipo. Desde el momento en que deciden cómo manifestará su expresividad, porque yo vi los primeros dibujos, las primeras maquetas, prototipos y el robot moviéndose. Luego vi a todo el equipo dándole vida, no es sólo una voz, sino dos personas operando. Más los que se requirieron para construirlo, no sé cuántos sean. Y V2 te sigue a todos lados, está ahí, es real. En realidad sí es muy fácil interactuar con él. Está ahí, contigo... y no es tan demandante como otros actores: pueden hacer una escena tras otra.

Andor ya está disponible en Disney+, aquí te puedes suscribir.

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