A veces cuando se trata de franquicias tan longevas como Star Trek, que ya casi seis décadas de existencia, el volver a lo básico resulta no solo refrescante sino enriquecedor. Ese es el caso de su nueva extensión titulada Star Trek: Strange New Worlds - 100%, donde la nave Enterprise inicia un viaje no solo con el afán de ir a donde el hombre no ha llegado jamás, sino pasar de largo ante las profundas disertaciones personales o complejidades emocionales en las que se han enfocado durante los últimos años para las pantallas caseras, así como del estruendo con el que se han vestido en las superproducciones fílmicas; para encaminarse hacia las bases de aquel concepto de aventura televisiva del que se convirtieron en uno de los vehículos por excelencia.
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Es así que aquí la acción vuelve a ser solo uno de los aderezos en el desarrollo de dilemas morales y cuestionamientos de creencias, principios y estructuras sociales, que son llevados a las profundidades del universo, para rebotar en las estrellas y regresar como un reflejo que empuja a la autocrítica hoy tan necesaria en nuestra realidad. Las consecuencias de irrumpir o no en el curso natural de las civilizaciones, así como el amoldar y romper las reglas, práctica que como de costumbre se convierte en una constante de los protagonistas en este caso encabezados por un Christopher Pike reacio a volver a ponerse al frente de una nave -actitud más que justificada-, y unos jóvenes Spock y Uhura, haciéndoles tan humanos como entrañables dentro de lo que se plantea como precuela; de nueva cuenta se convierte en el detonador de una exposición sobre la intransigencia militar y el lado científico bienintencionado que bordea la arrogancia y la condescendencia, e incluso un involuntario retrato de la política imperialista y las estrategias intervencionistas. Todos temas de innegable vigencia.
Además, hay que agregar que ante el actual abuso de las posibilidades que ofrecen los universos interconectados, es una delicia el encontrarse con el tradicional formato de episodios auto conclusivos que invitan a quedarse con la obra por sí misma, restando relevancia a las especulaciones y teorías con respecto a las subsecuentes entregas. Y aunque Star Trek: Strange New Worlds - 100% no está exenta de elementos que pueden dar pie a perspicacias con respecto a la cronología y el canon de la saga, se trata de un afortunado reencuentro entre los rasgos que le hicieran célebre y lo que hoy representa. La serie es de las más recientes adiciones al mundo Trekkie, cuya casa Paramount Plus, entre las que como curioso contraste se incluye Star Trek: Lower Decks - 80%, bocanada de irreverencia de la que también ya hablaremos en su momento.
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