RESEÑA | Universos Paralelos: El tiempo ofrece grandes oportunidades

Imagina que un día, mientras te encuentras pasándola bien con tus amigos, algo extraño sucede y de pronto un par de ellos desaparecen como si se hubieran esfumado simplemente. Pero ¿y si el que desapareció fuiste tú y te encuentras en un universo alterno? Hoy en día, el concepto del multiverso es algo que se ha vuelto bastante común de escuchar gracias a las cintas y series relacionadas a los cómics, sobre todo si tenemos a Marvel Studios explotándolo actualmente.

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Hasta el momento, un multiverso, como se ha puesto en el cine y la televisión, nos ofrece diferentes versiones de un personaje como pasó en Spider-Man: Sin Camino A Casa - 92%, Loki - 96% y que, seguramente, sucederá con The Flash - 60%. Pero esto aún tiene más ramas que podrían ser exploradas; no sólo se trata la versión distinta de una misma persona, sino de todo un mundo diferente, sobre todo si pensamos en toda la historia de esa variante que, seguro, ha tomado otras decisiones que redireccionan el rumbo de su vida.

Por otro lado, si pensamos en los viajes en el tiempo, es una de las temáticas favoritas de quienes se han dedicado al cine de fantasía o ciencia ficción, teniendo títulos tan memorables como Volver Al Futuro - 96%, en donde se plantean aspectos aún más problemáticos como el hecho de que exista la posibilidad de que Marty se encuentre con su madre cuando ésta era joven, y quien terminaría enamorada de él, lo que sería una gran tragedia en cuanto que cambió el rumbo de la historia como la conocía.

Con todo esto, podríamos pensar que no hay nada nuevo que ofrecer, pero Universos paralelos - 88%, la nueva serie de Disney Plus realizada en Francia, lo ha hecho. Un grupo de amigos conformado por Sam (Thomas Chomel), Bilal (Timoté Rigault), Romane (Victoria Eber) y Victor (Maxime Bergeron) - más adelante sustituidos por Omar Mebrouk, Jules Houplain y Jade Pedri -, siempre inseparables, deciden hacer una fiesta a espaldas de los padres, pero es un punto en donde los adolescentes se reúnen para escapar de lo que cada uno de ellos debe enfrentar en casa encontrando un refugio entre ellos mismos.

Todo se vuelve extraño cuando, durante su festejo, hay un apagón que trae como resultado la desaparición de tres de ellos dejando a Sam solo y preocupado por sus amigos. Pero esto no se trató sólo de una falla en la electricidad, sino de un experimento con el colisionador de partículas más grande del mundo que hizo que Bilal apareciera en versión adulta, mientras Romane y Victor, en una realidad alterna, fueron los únicos sobrevivientes. Con ello, cada uno de los personajes se enfrenta a la inesperada realidad en la que existe un multiverso, así como los viajes en el tiempo.

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En el tono en el que se narra la historia, podrían encontrarse ciertas similitudes con Stranger Things - 76% – sólo que la serie de Netflix se va hacia el lado de los monstruos y demás situaciones misteriosas – pero Universos paralelos encuentra su juego principal en el tiempo, algunos poderes relacionados con el mismo, e incluso la ciencia. Sin embargo, la serie creada por Quoc Dang Tran tiene un particular enfoque alejado de lo que se plantea dentro de la fantasía, y son las emociones que experimentan sus protagonistas.

Cada uno de ellos se encuentra en la adolescencia, siendo Víctor el más pequeño del grupo. Todos, dentro su entorno familiar, lidian con algún problema en diferentes grados. Está la ausencia paterna, los padres que son demasiado estrictos, el enfrentamiento al padecimiento de algún familiar. Ellos, como grupo, son su propio refugio, y al ser separados en el espacio/tiempo, es cuando dan el siguiente paso a la madurez también con diferentes consecuencias.

En Universos Paralelos también hay superpoderes, pero, aunque compartan temática, esta no es una serie que compita directamente con el demás contenido de superhéroes perteneciente al MCU, aunque sí hay una referencia al respecto. Aquí los efectos visuales quedan en segundo plano pues, como la mayoría de las producciones francesas en general, las verdaderas protagonistas son las emociones, todo lo que el personaje va sintiendo y cómo esto evoluciona con el paso de las emociones.

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De hecho, el desarrollo del villano es bastante insistente en aquellas acciones que lo corrompen cegado por su propia ira. Es de reconocer, como el mismo Quoc Dang Tran lo comentó que, al ser una historia pequeña, el lado emocional tiene más oportunidad de sobresalir envolviendo toda la trama. Universos Paralelos se adentra en el lado más honesto de la adolescencia, así como esos puntos clave de la vida que marcarán la personalidad de cada uno.

Otro rasgo que se le debe reconocer a la serie, es cómo maneja el tema de las desapariciones en cualquier contexto social. Por ejemplo, cuando descubren que esa no es la primera vez que sucede algo similar, y en los casos previos a los de ellos – especialmente el de una niña – no se corrió con la suerte de que ella volviera con su familia. La serie que corre bajo la dirección de Benjamin Rocher y Jean-Baptiste Saurel, también le da un lugar al duelo y la pérdida y cómo cada persona lo enfrenta de maneras distintas.

Esta, sin duda, es una serie a la que vale la pena darle una oportunidad. Es un programa maduro que podría ver tanto el público joven como el adulto; es emocionante, divertida y lo suficientemente interesante para quienes gustan de este tipo de aventuras llenas de fantasía – que, por cierto, a pesar de no estar repleta de efectos especiales, es visualmente satisfactoria –. Universos Paralelos cumple con el objetivo de entretener, pero también ofrece al espectador la oportunidad de reflexiones sobre lo que ha hecho con su vida o el impacto que tiene en ella todas y cada una de sus experiencias.

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Además, este es un programa que le da la vuelta a todas aquellas series para jóvenes e infantiles que ha producido Disney ofreciendo mayor calidad en la producción y en la narrativa. Sin duda, si Disney sigue apostando por este tipo de visiones, tendrá en sus manos la oportunidad de demostrar que puede ofrecer contenido maduro e inteligente, en donde hasta los intereses científicos tienen cierta importancia, sin que su audiencia le pierda de vista. El público joven, también merece este tipo de historias.