Carrie es una de las novelas de horror más famosas de todos los tiempos y, como no puede ser de otra manera, surgió de la mente del escritor Stephen King . Publicada en 1974, la primera historia de este autor, que también se convirtió en su primera obra en ser adaptada para el cine gracias al filme Carrie - 48% que fue dirigido por Brian De Palma, fue la que le abrió las puertas al escritor a una carrera envidiable que en su mayoría se ha enfocado en dicho género. Lo curioso, si analizamos la carrera de King, es que esta obra estuvo a punto de nunca ver la luz, lo que quiere decir que uno de sus títulos más conocidos jamás se habría publicado y probablemente su vida no hubiese sido la misma que en la actualidad.
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A comienzos de la década de 1970, Stephen King simplemente comenzó a escribir. Una de sus primeras historias tenía que ver con una joven que tiene poderes psíquicos, pero llegó un momento en el que se sintió desanimado y abandonó el relato. Tabitha King, su esposa, fue quien rescató el trabajo, de forma literal porque él lo había tirado a la basura, y lo animó a terminarlo. Una vez concluido, lo llevó a la editorial Doubleday y después de un tiempo recibió una oferta de compra con un adelanto que era poco en aquella época, pero después cuando se vendieron sus derechos para la adaptación, por varios cientos de miles de dólares, fue cuando se dio cuenta que podría tener un gran futuro y allí fue cuando se dedicó a la escritura.
La historia de Carrie es la que muchos conocen: Carrietta White, de 16 años, es una marginada social. Su madre es una religiosa extremista que hace que su vida adolescente sea muy confusa, especialmente cuando se convirtió en mujer y experimentó el inicio de su ciclo menstrual por primera vez en las duchas del gimnasio frente a muchas otras chicas, que solo se burlaron de ella. Confundida y molesta por la forma en que es tratada por los demás, una de sus maestras toma a Carrie bajo su protección para tratar de consolarla, alentarla y educarla. Su madre trastornada convenció a Carrie de que la menstruación era obra del diablo, confundiendo aún más a la adolescente. Cuando llega el baile de graduación de la escuela, las chicas deciden hacerle una broma cruel a Carrie que influye en una serie de actividades paranormales ocasionadas por sus emociones.
El material original, es decir la novela, conserva su poder de conmocionar y perturbar, ya que Carrie descubre su telequinesia y asiste a la que es una de las fiestas de graduación más memorables de la literatura. Lo mismo podría decirse de la adaptación realizada por Brian De Palma, aunque tal vez no de las otras que ha tenido porque estas han pasado sin pena ni gloria, y es que la película resulta novedosa para los amantes del libro y al mismo tiempo mantiene los detalles que vuelven a esta historia algo único. Las expresiones de la actriz Sissy Spacek, quien muchas veces no necesita decir líneas de diálogo para demostrar lo que siente su personaje, son igual de inolvidables que la obra de Stephen King, la cual, aunque no lo crean, existe gracias a que se inspiró en historias reales.
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Siempre es interesante pensar cómo se le ocurren las “horribles” ideas para sus best sellers al brillante autor. Cuando se le preguntó de dónde obtuvo su influencia para Carrie, King reveló que sacó inspiración de dos mujeres que conoció en su niñez y adolescencia (vía Screen Rant). Él nunca menciona sus nombres reales para evitar problemas, y se refiere a ellas como Tina White y Sandra Irving. A la primera la conoció en la escuela, y según él era una chica muy tranquila que solía estar en los últimos asientos de la clase y que además era víctima de bullying por el hecho de que llevaba la misma ropa todos los días, pero igual recibía burlas cuando intentaba variar lo que usaba.
Sara, en cambio, nos recuerda un poco más a la Carrie que él escribió. Sandra Irving vivió cerca de donde Stephen King se crió y ella solamente tenía a su madre, justamente como en la novela. En una ocasión, el escritor, cuando tenía 16 años de edad, fue a su casa para ayudar a acomodar unos muebles y cuando movió un sofá se golpeó con un gran crucifijo que colgaba encima de este. ¿Les resulta familiar? También dio a conocer que los compañeros de Sandra le huían en muchas ocasiones por su extraña vestimenta y porque padecía de convulsiones. Ninguna de ellas tuvo una vida “normal” porque las circunstancias no estaban para eso, pero principalmente porque las personas siempre las vieron como bichos raros.
Desafortunadamente, ni Tina White ni Sandra Irving vivieron mucho. Ambas no pasaron de los 30 años y murieron en situaciones trágicas: King contó que Tina se suicidó y que Sandra murió mientras se encontraba sola en su hogar a causa de una convulsión. Es posible que, en vista de cómo fueron tratadas, hubieran rumores sobre ellas con afirmaciones falsas creadas por personas ajenas a ellas. King tomó en cuenta sus historias cuando construyó lo que se convirtió en Carrie, un personaje en el que se reflejan estas dos mujeres al que además le añadió la habilidad de la telequinesis. La protagonista de su historia también refleja una forma, ficticia por supuesto, de lo que podría haber sido la vida de ambas si hubiesen tenido la oportunidad de defenderse ante las injusticias.
Nunca lo habrían hecho de la forma en que Carrie lo hizo, claramente, pero es la manera en la que King decidió contar el relato que se volvió un clásico del género de horror. A pesar de que las trágicas historias de Tina y Sandra fueron las que hicieron posible el nacimiento de este ícono del género, y deseamos que nunca hubieran vivido lo que les tocó, Carrie se ganó también un lugar como una de las mejores historias jamás contadas sobre el poder de la feminidad que no ha perdido vigencia a pesar de que fue publicada hace más de cuarenta años.
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