RESEÑA: A todos los chicos: Para siempre | Un perfecto cierre azucarado para la franquicia

Las películas románticas para adolescentes suelen tener una fórmula establecida que conquista a su público sin ir más allá, pero la franquicia de Netflix basada en las novelas de la escritora Jenny Han , que comenzó en 2018 con la cinta A Todos los Chicos de los que me Enamoré - 95%, ha sabido dar en el blanco con un guion que, en su momento, se sintió ingenioso y con un reparto bien escogido que logró conectar e inyectar profundidad a cada uno de los personajes.

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Este 2021, la última película de la franquicia titulada A todos los chicos: Para siempre - 80% llega a la plataforma del gigante digital y sin alcanzar el nivel que tuvo la primera cinta, logra recuperar un poco de lo que cedió A todos los chicos: P.D. Todavía te quiero - 60%, en la que se descuidaron los aspectos tiernos, visuales y entrañables que la hacían única.

Protagonizada por Lana Condor (Día del Atentado - 80%, X-Men: Apocalipsis - 48%) y Noah Centineo (Ángeles de Charlie - 31%, Sierra Burgess es una Loser - 65%) A todos los chicos: Para siempre se ubica en el último año de preparatoria de Lara Jean y Peter y sigue a la joven y enamorada pareja en su etapa preuniversitaria, mientras deciden a qué escuela desean asistir y en qué ciudad vivirán, teniendo en cuenta una sola cosa: quieren seguir juntos.

Para esta tercera entrega regresa a la dirección Michael Fimognari, quien también estuvo a cargo de la segunda película de la franquicia y si bien A todos los chicos: P.D. Todavía te quiero - 60% no fue terrible y conservó parte de lo que hizo que los espectadores conectaran con la historia en primer lugar, la realidad es que es hasta este tercer filme que Fimognari logra redimirse, con una película muy melosa, pero con gran corazón.

Es importante mencionar que A todos los chicos: Para Siempre no es una cinta hecha para un gran público, pues sin duda está dirigida a aquellos fans que se comprometieron con la historia de Lara Jean y Peter desde un inicio, ofreciéndoles momentos románticos, conmovedores y muy tiernos de la feliz pareja, que ahora se ve más madura.

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Algo característico de estas películas es el aspecto visual y la más reciente cinta de la franquicia no lo descuida, al contrario, lo explota, con encuadres y colores perfectamente construidos que hacen que el producto final sea un filme muy bonito y perfecto para ver en el Día de San Valentín. La película ya no solo se limita a los paisajes locales, sino que también lleva a los protagonistas a lugares mágicos que conquistan por sí solos, como el Greem Café, la cafetería en dos dimensiones más famosa de Seúl, o incluso Nueva York.

En cuanto al guion, la historia se siente congruente con lo que se ha contado hasta ahora y si bien hay momentos en los que parecería salirse un poco de control con mensajes que todavía se sienten muy de comedia romántica de la década de los años 80, de las que sin duda toma inspiración, al final, A todos los chicos: Para siempre - 80% recupera su tono y componentes actuales.

Es así como la tercera cinta de la exitosa franquicia de Netflix para jóvenes –y no tan jóvenes– logra ser el cierre azucarado y lindo que esta historia merecía. Aún sin llegar a ser tan perdurable como, sin duda, lo es la primera película, esta tercera entrega dejará satisfechos a los fanáticos de Lara Jean y Peter, pues al final, todo mundo puede identificarse con los sentimientos que aborda y sobre todo con el momento de aceptación final.

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