Si a alguna persona se le obligase a cometer actos contra su voluntad, aún cuando esto perjudique su vida, sería totalmente reprobable por la sociedad, familia y amigos; pues se está hablando de decidir sobre alguien más, lo cual atenta directamente contra la libertad que todos los humanos poseen. Nadie puede decidir sobre los demás, eso está claro. Entonces, ¿por qué cuando se toca el tema del aborto en distintas partes del mundo aún continúa siendo un tópico tan controversial y debatible?
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El aborto nunca va a ser una cuestión que se tome a la ligera por más que se quiera y mezclarlo con otros matices es totalmente erróneo o simplemente innecesario, sobre todo cuando se trata de la religión o las creencias. Este acto no es una tarea sencilla para quienes lo experimentan ni para los que llevan a cabo el proceso en los hospitales. Es un viaje y una vivencia muy desgastante, tanto física y psicológicamente.
Escrita y dirigida por Eliza Hittman, Never Rarely Sometimes Always toma lugar cuando Autumn queda misteriosamente embarazada y se enfrenta a una legislación conservadora sin piedad para las mujeres de cuello azul que buscan un aborto en la zona rural de Pensilvania. Con el apoyo inagotable de su prima, y mejor amiga, Skylar, el dúo de jóvenes dispuestas a todo deberá tomar un autobús con destino al estado de Nueva York para encontrar la ayuda que Autumn necesita.
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Si se va a abordar una cinta sobre el aborto debe tomarse en serio a sí misma, no debe tratar a su audiencia como tonta, no debe anteponer una creencia religiosa ni mucho menos juzgar a las mujeres que buscan este procedimiento. Never Rarely Sometimes Always no es una película provida como la vergonzosa Inesperado - 50%, que más que generar conciencia en su público terminó por dar pena y risas.
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El filme tampoco grita a los cuatro vientos que el aborto debe ser legalizado y gratuito en todos los rincones del mundo, sino que aborda esta temática por otro lado pero no menos importante. Cuenta la historia de una chica de 17 años (como en miles de casos, incluso hasta más jóvenes) que atraviesa por una etapa donde no sabe qué hacer con su vida o tiene constantes cambios de humor, vive con sus padres, asiste a la escuela y trabaja como empacadora. Dicho de otro modo, tiene una edad en la que ser madre sería un escenario nada favorable.
La actuación de Sidney Flanigan como Autumn no podría ir más allá de lo presentado, ya que refleja a la perfección la angustia, el miedo y desesperación de cómo actuar ante la situación de embarazarse a una edad muy temprana y sin buscarlo. Pese a no tener muchos diálogos a lo largo del filme, son sus ojos los que hablan por ella en todo momento, pues el dolor y la inquietud están presentes en todas sus escenas. Autumn nunca sonríe ni se encuentra estable, pues desde el momento en el que se entera que está embarazada no expresa felicidad ni tranquilidad en ningún momento.
Quien también se lleva los aplausos es Talia Ryder, quien funge como el apoyo moral y físico de Autumn en todo momento. Desde el segundo en el que descubre que su prima necesita ayuda, no duda en apoyarla. ¿Cómo se evidencia esto? A través de su viaje hacia Nueva York y estando en la ciudad, en cada conversación que tienen se percibe ese carisma, soporte y química. Para dos chicas que son acosadas por su jefe, el afrontar este desafío es digno de aplaudir en su viaje.
Never Rarely Sometimes Always no quiere que el público vea como víctimas a las mujeres que deciden abortar, quiere que sientan empatía al entender el porqué deciden hacer esto. La construcción de cómo Autumn va procesando lo que le pasa a lo largo de su historia hasta el momento de la operación está hecha de una forma digna de reconocerse. A pesar de haber sido cuestionada por su decisión, ella sigue adelante en todo momento.
Cabe mencionar que en el clímax de la cinta, la película suelta todo el mensaje de la forma más sutil posible pero tan directo que es increíble (en el mal sentido) que muchas personas sigan creyendo, a la fecha, que abortar es un acto egoísta que sólo una mujer sin moral decidiría hacer esto. Sin hacer spoilers, es en este momento mencionado acompañado de una toma sin cortes donde Sidney Flanigan expulsa un sin fin de emociones que tocan en lo más profundo del alma a su audiencia, que si a estas alturas no entienden la decisión de Autumn, es porque no han comprendido nada de su historia.
Nadie nunca debe decidir sobre el cuerpo de otra persona, bajo ninguna circunstancia. No está en las manos de alguien criticar las decisiones de abortar, sino apoyar y entender el porqué se decide a hacer esto. Esa es la esencia de Never Rarely Sometimes Always. Hay una cita que destaca en la película:
- No estoy preparada para ser madre.
- Eso está bien, siempre y cuando sea tu decisión y no la de alguien más.
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