Al final bailamos (And Then We Danced) ya tiene calificación de la crítica

Ser joven y estar enamorado son básicamente las condiciones, en este caso dolorosas, que impulsaron al cineasta sueco Levan Akin a realizar Al final bailamos - 95% que fue un éxito en el Cannes del año pasado. La película, que fue proyectada en el Festival de Cine de Cannes, se convirtió en una de las mejores reseñadas por la crítica y también se pudo ver dentro de una de las secciones de mayor prestigio del Festival de Sundance, es la historia de dos bailarines del National Georgian Ensemble de Tbilisi cuya relación debe permanecer en secreto debido al conservadurismo machista del mundo de la danza en esa nación.

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El personaje principal es Merab (Levan Gelbakhiani), un joven brillante cuyos toques de improvisación sensuales son desaprobados por el director de la compañía. Merab se retira de una rutina particular a favor del recién llegado Irakli (Bachi Valishvili), que parece tener una rigidez masculina más aceptable. Pero hay una chispa entre Irakli y Merab, lo cual es doloroso para Mary (Ana Javakishvili), quien conoce y baila con Merab desde que eran niños y se considera como la chica que terminará uniéndose a Merab. La química entre él e Irakli es instantánea, aunque ninguno de ellos parece saber qué hacer con ella, hasta que un día ambos ceden a sus deseos durante un romántico momento lejos de la mirada de sus compañeros.

A lo largo de la película se exploran los matices y grietas de esta identidad múltiple de formas fascinantes, siguiendo a su personaje principal, un bailarín talentoso, mientras lidia con los nuevos deseos sexuales hacia un nuevo bailarín que se acaba de unir a la compañía. Si bien la cámara de Akin a veces se deja llevar por los aspectos prácticos de las rutinas de baile, una elegante preocupación visual mantiene la historia emocional que se desarrolla dentro de la coreografía a distancia, y todavía muestra su empatía con atención, llegando a una conclusión tanto esperanzadora como profunda.



Al final bailamos - 95% también parece existir como una especie de denuncia hacia la sociedad ultraconservadora, en la cual el deseo entre dos hombres sigue siendo estrictamente tabú, y el anhelo de poder mostrarse juntos que palpita en pequeños gestos no reconocidos por quienes están en el mundo exterior. El romance queer de Luca Guadagnino puede parecer un punto de referencia, pero lo que propone es totalmente diferente: aquí no hay dinero ni vacaciones de lujo, sino un bailarín con su precario trabajo en un restaurante y su teléfono móvil sin crédito. Aquí, lo que está en juego es mayor y, por lo tanto, el romance es más dulce.

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No faltó la controversia alrededor de este filme debido a que organizaciones ultraconservadoras y a favor de las políticas de Rusia amenazaron con cancelar las proyecciones “por ir en contra de los valores cristianos y promover la sodomía”, junto con la insistencia de que irían personalmente a los cines para detener las funciones y evitar que aumente el número de personas en verla. Luego, en el día que se suponía debía estrenarse, aparecieron tropas armadas por orden del gobierno y, aunque hubo ataques y algunas personas terminaron en la cárcel, las funciones sucedieron como se había planeado.

El filme cosechó muy buenos comentarios desde el Festival de Cine de Cannes donde además recibió una ovación por parte de los presentes. Ahora la cinta de Levan Akin forma parte de la 68 Muestra de la Cineteca Nacional, la pregunta es ¿qué dijo la crítica de Al final bailamos - 95%? A continuación les detallamos la opinión de los medios especializados:


Mark Feeney de Boston Globe:

Desafortunadamente, ni la danza ni los viajes compensan en última instancia el melodrama.

Danny Leigh de Financial Times:

A pesar de todos los adornos artísticos, el tono es humano.

Clarisse Loughrey de Independent (UK):

Al final bailamos, de Levan Akin, está mareada con los placeres del primer amor: cómo late a través del cuerpo y la mente.

Carla Hay de Culture Mix:

El concepto de enamorarse por primera vez, y enfrentar cualquier temor debido a ello, es un tema universal que tocará la fibra sensible de las personas maduras y de mente abierta de cualquier orientación sexual.

Terry Mesnard de Gaily Dreadful:

Es [en] los momentos íntimos... Al final bailamos está en su mejor momento; llena de sensualidad e infinitas posibilidades.

Steven Sheehan de The Digital Mix:

Una historia contada honestamente sobre identidad, autodescubrimiento y despertar sexual, liderada por una actuación principal naturalmente cálida.

David Lamble de Bay Area Reporter:

Un mensaje poderoso y conmovedor de coraje y autoaceptación.

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