Cuando las muertes repentinas de varias personas ocurren a causa de un virus desconocido, las alarmas de la población se disparan. Las personas más cercanas a la desgracia son puestas en cuarentena hasta que se confirme que están saludables, pero la amenaza silenciosa avanza a paso rápido y ocasiona la psicosis de los habitantes de todo el mundo. Estamos hablando del MEV-1, el virus ficticio que sirve como villano de la película Contagio - 84%.
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La película de 2011 contiene un relato espeluznante que empieza con el regreso de una empresaria llamada Elizabeth Emhoff (Gwyneth Paltrow) de Hong Kong a Estados Unidos; primero para ver a su amante y luego para reunirse con su familia. En el camino adquiere un resfriado y su hijo Clark, de un matrimonio previo, comparte los mismos síntomas. Sin embargo, dos días después ella colapsa y es llevada por su esposo Mitch (Matt Damon) al hospital, donde finalmente muere. Él regresa a su casa solo para enterarse que Clark también ha muerto y esto ocasiona que se enciendan las alarmas. Se descubre que hay una extraña infección y es puesto en cuarentena, pero después se le notifica que es inmune.
Son cada vez más las personas infectadas y el orden social en varios países se desmorona. Teorías van y teorías vienen: miembros del Departamento de Seguridad Nacional se reúnen con representantes del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades para que les puedan aclarar si se trata de un arma biológica, pero resulta que es un virus “común y corriente” pero extremadamente mortal y deben encontrar una vacuna lo más rápido posible, mientras que un periodista freelance (Jude Law) comparte todo tipo de avances sobre lo que se convierte en una pandemia, y a su estilo siembra el caos ya que empieza a proponer teorías relacionadas con el virus y el hecho de que el gobierno oculta información a sus habitantes.
Contagio suele ser la película que las personas más recuerdan cada vez que surge una nueva epidemia o pandemia. Estrenada en 2011, dos años antes había sido la última vez que la OMS catalogó una enfermedad como tal (la influenza A H1N1), es decir en 2009, pero para ese entonces el guionista Scott Z. Burns ya tenía tiempo realizando una investigación con epidemiólogos expertos para que lo que iba a escribir sea lo más verosímil posible. La producción luego entrenó a todos sus actores que iban a interpretar a médicos, científicos y demás oficiales de la salud, siendo este el motivo por el que muchos consideran que el filme predijo la llegada del nuevo coronavirus.
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Durante su paso por la taquilla mundial no fue un éxito. Costó US$60 millones de acuerdo con los datos de Box Office Mojo y recaudó US$75 millones en Estados Unidos y US$60 millones en mercados internacionales, llegando a un total de US$136 millones.Sin embargo, le fue mucho mejor con la crítica desde su estreno, ganándose el Certificado de Calidad en Rotten Tomatoes con el 85%. Los comentarios de periodistas de medios especializados señalan que es otra gran película de Steven Soderbergh realizada para un estudio grande y que maneja a la perfección el caos y el pánico que significa una situación como la de una pandemia, siendo llamada también “una película de desastres con cerebro y conciencia”.
A pesar de que el público no se tradujo en más millones de dólares a su recaudación, la forma en la que se habla de ella da a entender que gustó, y en su resurgimiento en la cultura popular ocasionó que muchos la busquen en plataformas de streaming y/o estén dispuestos a pagar solo para verla y estremecerse ante las similitudes con la realidad.
A continuación, les dejamos los comentarios de la crítica en su estreno:
Peter Bradshaw de Guardian:
El género de películas de desastres con elenco estelar fue sacado de la década de 1970 y el director y también director de fotografía Steven Soderbergh le dio un cambio de imagen elegante y muy persuasivo del siglo XXI.
Paul Byrnes de Sydney Morning Herald:
Contagio es lo que sucede cuando una película de desastre se envía al director por mal comportamiento. El género se ha reducido y se ha vuelto ultra realista, el escenario anclado en una investigación sólida, en el enfoque de Steven Soderbergh. Él nos da un vehículo lleno de estrellas y un escenario aterrador, pero evita la mayoría de los clichés. En una película de desastres, los clichés son como dinero en el banco. Soderbergh siempre ha sido así, un visionario en un valle de bandidos.
Martyn Conterio de Little White Lies:
Otro trabajo de Soderbergh para estudio cinematográfico muy bien hecho.
Jim Schembri de The Age:
Piense en la magnífica y entretenida Outbreak de 1995 de Wolfgang Petersen, saque el drama, la emoción y la participación de los personajes, y eso es Contagio en pocas palabras.
Benjamín Harguindey de EscribiendoCine:
Un thriller efectivo y original que aprovecha con éxito los temores actuales de las pandemias, pero realmente te deja con ganas de más.
Sofía Ochoa Rodríguez de En Filme:
Soderbergh no ofrece respuestas a todas las preguntas, pero sí una historia verosímil con un final poco plausible y predecible, dosis de heroísmo privado (los científicos son las figuras más nobles y poderosas), a Gwyneth Paltrow con los sesos de fuera, y distinciones entre el primer y tercer mundo. Alimenta la fórmula estadounidense del thriller con preguntas inteligentes evitando los tintes melodramáticos y las falsas y espontáneas victorias (bueno, casi), sin alterar su resultado y sin arriesgar demasiado.
Dave Calhoun de Time Out:
Adoptando un enfoque limpio, cronológico y contundente, Soderbergh mantiene un ojo firme en el pánico y el caos. Es una película de desastre con cerebro y conciencia.
Nando Salva de Cinemanía:
La narrativa fracturada le resta a Contagio cierta urgencia dramática. Pero en general Soderbergh traza pinceladas rápidas y enérgicas. Su fotografía transmite una ansiedad que añade fuerza motora a su descripción de cómo no sólo los virus sino también las ideas y los sentimientos pueden esparcirse y mutar de maneras imprevisibles y mortales. Tanto como una apasionante película de terror moderno capaz de crear adictos al jabón para manos, Contagio es también un retrato de la inquietante fragilidad de las redes biológicas, sociales y emocionales que gobiernan nuestras vidas. Y de la reacción en cadena causada por actos aislados de egoísmo y poder descontrolado.
Luis Caviaro de Espinof:
Estoy convencido que esta producción en otras manos habría dado como resultado un producto mucho más flojo y convencional, inofensivo y tedioso. El guión de Scott Z. Burns no daba para más pero sí para mucho menos; parece diseñado solo con la intención de impactar y asustar, lo justo para despertar el interés, pero no es capaz de sostenerlo, de aprovechar todo lo que plantea, genera inquietantes preguntas pero sus respuestas se sienten poco elaboradas.
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