Navajazo, ha obtenido la nominación al Ariel 2015. Sus responsables, quienes tienen su base de operaciones en la ciudad fronteriza de Tijuana, han conseguido crear una producción totalmente independiente y ambigua, de esas que no aceptan clasificaciones sencillas, pero que en este momento los ha llevado a compartir nominación con pesos pesados del cine en nuestro país.
En Tomatazos tuvimos la oportunidad de platicar con ellos.
Tomando en cuenta el gran recorrido que han tenido por festivales y los múltiples premios recibidos a lo largo del año pasado, entre los que se encuentran FICUNAM, Riviera Maya y Locarno, solo por mencionar algunos, ¿Qué tanto les sorprendió que la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas los haya contemplado dentro de sus nominaciones al mejor largometraje documental?
Ricardo Silva: A mí la verdad si me sorprendió mucho que legitimasen un cine de la manera que lo hicimos, cuando nosotros mismos hemos intentado alejarnos de una etiqueta comercial o convencional por llamarlo de un modo. Por otro lado el hecho de haber estado dentro del primer filtro de cintas donde también estaban producciones que habían recibido muchos premios en distintos festivales igual que nosotros y que al final hayamos pasado esa fase para estar compitiendo por el premio de manera directa, es algo que nos emociona mucho.
Adrián Durazo: El simple hecho de estar nominados dentro de un evento que concentra producciones como La Dictadura Perfecta, es algo que me impresionó muchísimo y con ello no es que esté haciendo un valor de juicio de si es buena o mala esa película, sino en el sentido de que para mí los premios Ariel siempre han tenido un cierto perfil más convencional o digerible, muy distinto a lo que nosotros hicimos, y que estemos dentro de todo esto es lo que más me emociona. Por otro lado, considero que la nominación sin duda incrementara la curiosidad para que más personas traten de ver nuestra película.
¿Qué pueden decir de la categoría donde fueron incluidos, sobre todo porque para ustedes este trabajo es inclasificable dentro de un género cinematográfico, incluso lo titularon como una etno-ficción?
RS: Esto me recuerda mucho una ocasión donde intentamos llenar una forma para meter la película a un festival, precisamente como ficción, entonces mandamos el material, y a los días nos regresaron un reporte en el que nos señalaban todos los errores que presentaba, por la que no se le podía considerar como tal. Después de eso lo volvimos a enviar ahora como documental e inmediatamente paso el filtro. Eso es algo que me recordó que en la actualidad solo hay dos maneras dentro del cine, o es ficción o es documental, no hay nada intermedio. Creo que desde ese punto de vista nosotros terminamos realizando un documental porque realmente no teníamos dinero, y con todo y que la metodología es de documental, yo niego que lo sea. Aunque para serte sincero creo que nosotros mismos no entendemos nuestra película, lo bueno de todo esto es que salimos librados y conseguimos estar dentro de una categoría para competir por un premio (risas).
AD: Sin embargo, consideramos que esto es algo que puede ir cambiando, ya que el documental tiene cierta connotación de que lo que vemos es verdad, una verdad que tu como realizador simplemente captaste con tu cámara, pero creo que esa definición se ha ido cuestionando cada vez más, porque estas categorías existen más por necesidad para poder clasificarlas. Por esa razón yo tampoco consideraría a nuestro trabajo como un documental, pues en ningún momento estamos tratando de plasmar una verdad, ya que muy claramente se ve en la película que nuestra intención era que lo que se ve o pasa, pasa porque estábamos ahí y no porque sean parte de un ecosistema donde así suceden las cosas.
Compiten con directores de gran nombre como el veterano Nicolás Echavarría ¿Cómo se sienten al respecto?
RS: Yo creo que el gran ganador de esta terna es el editor, porque da la casualidad que es el mismo de Nicolás Echavarría y de José Cohen quien también está nominado por H2Omx, o sea tres de los documentales que están compitiendo por el Ariel fueron editados por Omar Guzmán. Entonces supongo que Omar es el gran ganador de todo esto, es como la persona oculta que nunca da la cara pero que deja en evidencia su gran talento, pues cada documental tiene un estilo totalmente distinto del otro.
AD: Lo más raro de estar entre todo esto, es que pasamos de no saber exactamente que estábamos haciendo con esta película, a estar dentro de competencias y recibiendo premios. En ese sentido nosotros de algún modo intentamos de ignorar un poco este tipo de eventos para que no afecte nuestra manera de ser o de ver las cosas y poder seguir trabajando como lo venimos haciendo.
¿Se podría decir entonces que ya se están acostumbrando a los reconocimientos?
RS: Realmente no es como estar acostumbrados o no, no es que nos lleguen los reconocimientos y sentir que ya no la esperábamos, creo que esto que está sucediendo y sobre todo en México donde se produce una cantidad enorme de documentales, es para nosotros el triunfo de la producción independiente, la cual nos costó tres mil dólares y está compitiendo con otras de mayor presupuesto. Con ello nos queda claro que si podemos hacer películas teniendo una buena idea, que los temas no importan sino la manera de abordarlos, y sobre todo que lo estamos haciendo en Tijuana y no en el centro del país.
AD: Esto de los reconocimientos te reta a seguir chambeando intrínsecamente para tener un buen producto y no por la necesidad de meterlo a festivales. Por otro lado, a mí me gusta este contraste que estamos viviendo, donde podíamos estar regresando de un festival, para inmediatamente después ponernos a trabajar en algún comercial para alguna empresa y aunque no me enorgullece hacer muchas de esas chambas si me enorgullece vivir esas experiencias que logran que no se te olvide como es trabajar. Creo que por ello Navajazo surgió como surgió, porque no se nos olvidó quienes somos, porque nos gusta lo que hacemos, nunca hubo un presupuesto, nunca nos limitamos a esperar que nos llegara el fondo o la beca, y con esto no quiero decir que no entienda que hay producciones que si requieren de este tipo de procesos para fondear sus trabajos, pero para el tipo de dinámica que nosotros utilizamos nos gusta que lo sigamos haciendo como nos sintamos más cómodos y que de paso te lo reconozcan pues mucho mejor.
Mucho se ha mencionado, tanto a favor como en contra, sobre esta representación que Navajazo proyecta sobre la marginalidad de sus personajes y sobre todo de la imagen que muestra de Tijuana, ¿Cuáles eran sus pretensiones para mostrar todo esto?
RS: Al principio era solamente aprovechar la situación del cine para poder estar en espacios a los que sentíamos que no pertenecíamos, espacios que mirábamos más como una cosa curiosa. Por ello nos daba la inquietud de hacer películas, pero no de la manera convencional, y dentro de esa lógica lo que yo quería ver era precisamente gente real, ver esas cosas que tal vez a uno como persona ajena a ciertas situaciones no nos corresponde vivir, además de tener el poder de una cámara que te protege de esa realidad donde puedes ver a las prostitutas haciendo su trabajo, o drogadictos en su día a día, etc. Eso creo yo, es la satisfacción de poder introducirme a lo sórdido y poderme salir limpio, para al siguiente día estar consciente de que estoy en mi casa haciendo mis actividades. Para mí es como una especie de droga o el efecto de una fuerte cruda hacia lo que estamos haciendo, pero sin perder la responsabilidad. Sin embargo también estoy consciente de que a partir de todo esto que está sucediendo Navajazo sigue y será siendo mi proyecto más puro y honesto, es como ese gran monstruo que creas y que se sale de control, por ejemplo, hace poco se nos acercó una persona y nos preguntaba si no nos preocupaba toda la cuestión moral que hay alrededor de nuestros personajes, y realmente no es que nos preocupe o no estas cuestiones, sino que realmente no sabíamos que las cosas iban a pasar como están pasando, ni siquiera nos imaginábamos que estaríamos en una sala de cine. Y es que antes yo hacía mis cortos y los rolaba con mis amigos, sabia realmente quien los tenia, pero ahora te hablan por teléfono para decirte que tu película estará en un festival de Corea, eso es algo verdaderamente impresionante. Pero todo esto que te comento será algo muy distinto a lo que pasara con nuestros siguientes proyectos, pues lo que sigue ya será realizado con intenciones más claras, como participar en un festival con determinadas características, o para un determinado público etc.
AD: Para mí fue una cosa más de curiosidad, el explorar esos mundos o entornos que desconocemos, pero sin hacer valores de juicio sobre estas situaciones, simplemente conscientes de que todos tenemos dificultades o momentos difíciles y al final todos estamos luchando por sobrevivir, obviamente hay formar de llevar tu vida por caminos distintos que pueden ser más riesgosas o menos sanas, pero a fin de cuentas nosotros no somos nadie para descartarlas como algo valido, lo que sí puedo decir es que son situaciones que yo no he vivido y por lo tanto me interesaba el experimentar por medio de la cámara y al mismo tiempo sorprenderme, pues si hay algo que me gusta mucho de trabajar en cine es el poder sorprenderme cada que estoy realizando algún proyecto y eso fue lo que me gusto de todo este trayecto de seis años en el que estuvimos grabando Navajazo.
¿Si pudieran disponer de un presupuesto mucho más amplio, cambiarían el concepto de sus trabajos?
RS: Si ni sabemos hacer películas, mucho menos vamos a saber cómo gastarnos el dinero (risas). No mira, si en este momento pido doce millones de pesos realmente no sabríamos como manejarlos, pero en un par de años, estamos conscientes de que podremos manejar presupuestos altos, pues ya debemos de tener la experiencia necesaria para dominar esos rubros, pero realmente es algo complicado trabajar con mucho dinero. No obstante y como te menciono, eso cambiara con el tiempo, pues aprenderemos y ganaremos experiencia en cada película.
AD: La mera verdad si quieres realmente aprovechar un presupuesto alto e inflar tus bolsillos y los de tu crew, tienes que saber gastártelo. En lo personal a mí me gusta todo lo nuevo que va saliendo en cuanto a equipo de fotografía, pero eso también comienza a cambiar tu forma de hacer las cosas cuando tienes todo, eso es algo raro porque dentro de cualquier medio artístico mientras más dispones de una variedad de herramientas más confuso se vuelve el proceso creativo, porque llegas a tener tantas opciones que ya ni sabes de dónde agarrarte. Entonces limitar tus opciones hace que de algún modo te enfoques a lo que pretendes realizar. Por ello creo, -o por lo menos en este momento y por el tipo de cien que estamos haciendo-, que esto nos da mucha libertad, algo que hasta ahorita ha sido muy productivo para nosotros.
Con la experiencia que han ganado en este par de años, ¿Cómo ven el panorama actual del cine mexicano, un panorama donde todavía no se encuentra el equilibrio entre cine de arte y cine taquillero?
RS: Te soy sincero, realmente entre los que realizan el llamado cine de arte y los que se inclinan por el cine comercial, yo no distingo mucha diferencia, pues a los festivales que hemos asistido nos hemos dado cuenta que están presentes los mismos que buscan que IMCINE les de dinero y aquellos que se dicen independientes. Y es que no existe realmente una industria como para dividir nuestro cine entre artístico y comercial.
AD: Lo que sucede es que se realizan películas con distintas intenciones, hay aquellas que no tienen la menor intención de llegar a festivales. En ese sentido es claro que dentro del cine debe de haber para todos los gustos, eso fue algo que Navajazo me hizo darme cuenta, que hay mercado para todo tipo de cosas, realmente hay gente que busca algo como nuestra película. Ahora en cuanto a la producción de cine mexicano, estamos en un momento en que la tecnología y lo relativamente barato que es hacerte de un buen equipo de grabación, puede crear cosas bastante decentes que pueden llegar a mucha gente, eso es algo muy interesante. No obstante, también creo que esto de estar buscando imitar lo que se hace en Estados Unidos es buscar un estándar bastante limitado, pues tal parece que a lo más que puedes aspirar es a parecerte a una producción de Hollywood, y no considero que el camino sea ese, porque realmente no se puede competir contra una maquinaria de tales proporciones como la estadounidense, por ello actualmente existe una buena oportunidad para elegir tu propio rumbo y estilo, sobre todo por la facilidad que existe también para distribuir o compartir tu material en distintas plataformas, no importa si es con intenciones comerciales o artísticas.
Finalmente ¿Qué proyecto tienen en puerta?
AD: Con el dinero que hemos recibido de los festivales, así como los trabajos que hemos estado realizando con nuestra casa productora Specola, logramos autofinanciar nuestra siguiente película que ya terminamos de grabar en distintas locaciones que van desde Tijuana hasta Suecia, eso es lo que hemos estado haciendo en cuanto a cine.
RS: Lo que te podemos decir por el momento es que es una película que habla sobre la longevidad, pero pronto tendrán más noticias al respecto.
La entrega número 57 del Ariel se llevará a abo el próximo el 26 de Mayo de 2015.
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Cuauhtémoc Ruelas es crítico de cine y conductor desde hace 8 años para distintos medios de comunicación en la ciudad de Tijuana. Con un diplomado en periodismo cultural, es fanático del cine nacional, drama y cine de acción. Puedes seguirlo a travez de @esquinadelcine y el canal de YouTube ElCinematicoTv.
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