Hace dos años Animales Fantásticos y Dónde Encontrarlos - 73% sorprendió a propios y extraños con una ingeniosa historia sobre el magizoólogo Newt Scamander, interpretado por Eddie Redmayne. Contra todo mal pronóstico al suponer que el mundo mágico de Harry Potter ya había sido explorado en el cine, la historia original creada por J.K. Rowling convenció por su inventiva cuando tomó el título del libro utilizado por los jóvenes estudiantes de Hogwarts, pero dejando a un lado su estilo (en realidad, un bestiario) para hacer una exploración en la vida de Scamander y las aventuras que tuvo que pasar para elaborar la clasificación de las especies mágicas. Eficaz, perspicaz, entretenida… ¡mágica!, adjetivos que Animales Fantásticos: Los Crímenes de Grindelwald - 48% no posé, haciendo de esta secuela una muy menor en comparación con su predecesora.
Podría interesarte: Animales Fantásticos: Los Crímenes de Grindelwald ya tiene calificación de la crítica
David Yates vuelve a la silla del director y no es lo único que esta película repite, abusando del chiste fácil y las subtramas amorosas de las hermanas Tina (Katherine Waterston) y Queenie (Alison Sudol), Animales Fantásticos: Los Crímenes de Grindelwald desesperadamente muestra sus intenciones de repetir los atributos que en la primera cinta funcionaron, solo que aquí vistos como una fórmula a seguir: mucho humor, enredos amorosos, la actitud bonachona de Jacob (Dan Fogler) solo que en esta ocasión raya en lo estúpido, así como los guiños al universo mágico, sin embargo, en esta nueva entrega no se sienten auténticos, es casi como si asistiéramos a un déjà vu mal hecho y sobrecargado de Animales Fantásticos y Dónde Encontrarlos en cuanto a su tono e incluso hasta de la saga Harry Potter; una película que, más allá de funcionar como una pieza clave que nos prepare para un próximo tercer acto, queda como un producto hecho para ganar dinero con los deseos de millones de fans que esperan una nueva historia sobre su niño mago favorito.
La película sigue la odisea del mago tenebroso Gellert Grindelwald (Johnny Depp) a partir de que se fuga de la prisión y empieza a reclutar a sus seguidores, aunque en realidad su objetivo es uno mayor: hacer que los magos purasangre dominen sobre todas las criaturas no mágicas. Para frenar esta misión, Albus Dumbledore (Jude Law) buscará la ayuda de Newt Scamander, su antiguo estudiante, que terminará aceptando la encomienda. Pero, en medio de esta lucha el misterioso Credence Barebone (Ezra Miller) jugará un papel fundamental, convirtiendo la misión de ambos magos en una muy personal.
Lee también: Animales Fantásticos: Los Crímenes de Grindelwald sí mostrará la homosexualidad de Dumbledore, asegura el director
Es curioso que resulte muy sencillo resumir la premisa de la historia, más cuando estamos ante una película de casi 2 horas con 20 minutos de duración donde la primera hora se encarga de retrasar gratuitamente el conflicto central, pero algo es seguro: Animales Fantásticos: Los Crímenes de Grindelwald no entrega el relato mágico que nos había prometido su título, es decir, ni se preocupa por hilvanar el capítulo que llevará a Newt a encontrar nuevos animales fantásticos para su libro, ni tampoco nos emociona con la épica rivalidad entre Grindelwald y Dumbledore. La película se ha ido por la tangente cuando apuesta más por su parte visual y sus sorprendentes efectos visuales que sí, son realmente sorprendentes, pero la historia carece de profundidad, oscuridad y magia
En cuanto a los personajes, es Newt Scamander el que se siente fuera de su propia película, ni tampoco es creíble su involucramiento con la causa de Dumbledore y todo porque Animales Fantásticos: Los Crímenes de Grindelwald deambula entre una gran cantidad de subtramas que buscan justificar los parentescos o futuros odios entre familias mágicas, así como los infortunios amorosos de Tina - Newt y Queenie - Jacob. En definitiva, esta secuela está interesada en todos menos en crear una verdadera trama.
Lo mejor de la franquicia sigue siendo Ezra Miller y su personaje Credence Barebone. Aunque sin el tratamiento sórdido y perturbador que mostró su historia en la primera cinta, el personaje ha crecido argumentalmente, pero su impacto dramático también ha sufrido por la alta atención que el guión da a otras subtramas y, al ver que este personaje impulsa gran parte del conflicto que se encuentra sepultado en el metraje no nos queda más que pensar si era conveniente que esta saga tuviera por título el de “Animales Fantásticos”.
Te recomendamos: Animales Fantásticos: Los Crímenes de Grindelwald obtiene la peor puntuación de la franquicia en Rotten Tomatoes
Sí, Animales Fantásticos: Los Crímenes de Grindelwald - 48% es un déjà vu, aquellos versados en el mundo de Harry Potter comprenderán que entre Grindelwald y Voldemort hay muchas, muchas similitudes, sin embargo, parece que J.K. Rowling ha dejado la creatividad para después o quizás es la creatividad la que la ha dejado, no sólo es algo ya visto cinematográficamente, también algo que narrativamente ya se nos contó con más certeza, ambición y oficio. Los personajes, sus conflictos y sus apariciones quedan solo como mero fan service para exclamar los “¡oh!” de sorpresa que la gran revelación relacionada sobre los orígenes de Credence ya tiene garantizados.
También podría interesarte: Animales Fantásticos: los Crímenes de Grindelwald | Ezra Miller reveló la escena más gay de la película
Comentarios
Tomatazos
Facebook
Mejores
Nuevos