Pie Pequeño | Más que huellas en la nieve

No es una sorpresa que Hollywood esté obsesionado con las secuelas y la construcción de franquicias y es por ello que resulta tan refrescante cuando una película parece tener algo que decir. Pero todavía es más grato cuando es un filme infantil el que se preocupa por presentar más que criaturas fantásticas y trata de darle un sentido más profundo a la historia que le cuenta a los pequeños, tal es el caso de Pie Pequeño - 72%.

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Karey Kirkpatrick, guionista de Pollitos en Fuga - 97%, dirige esta historia sobre Migo (Channing Tatum), miembro de una comunidad de yetis que se rigen por reglas muy estrictas grabadas en piedra, quien luego de ser testigo de la existencia de un ser humano, un pie pequeño, es exiliado de su comunidad por cuestionar las creencias del grupo y se embarca en una búsqueda por probar que los humanos existen y ganarse la confianza de sus pares.

Si la película logra algo es dejar clara su moraleja: no hay nada por encima de la verdad, incluso cuando esta sea aterradora. Aunque puede que la audiencia adulta encuentre ciertos elementos de la trama predecibles y los números musicales innecesarios, el libreto consigue integrar ciertas características de sus personajes a cada uno de ellos y eso permite que el ritmo fluya a un ritmo algo más veloz y fácil de entender para los niños.

Fuera del abuso de caídas y golpes con el propósito de provocar risas y preparar al público a un viaje agradable en los primeros quince minutos, Piepequeño encuentra su mayor virtud en la caracterización de los personajes. El guión los pone en una serie de situaciones en las que es fácil entender las motivaciones que persiguen y empatizar con sus problemas y decisiones. Especialmente con los de Migo, quien termina teniendo el destino de su especie en sus manos.

Con un trasfondo en el se expone que aún hay personas que creen que la Tierra es plana, que las vacunas son peligrosas para la salud, que la humanidad nunca llegó a la luna y en el contexto de la proliferación de políticas nacionalistas xenofóbicas, así como en la era de las “fake news”, los “alternative facts” o la prensa “fifí”, el filme destaca por empujar a los niños a ser críticos de la realidad que conocen y no dejarse llevar por, en el caso de la película, lo que literalmente está escrito en las rocas.

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Aunque estos temas del reconocimiento del otro, el valor de la ciencia y la verdad por sobre todos los valores podría sentirse muy expositivo -transmitir información y difundir conocimientos acerca de un determinado tema- para los adultos, es fácil perdonar ciertos diálogos porque esa forma poco sutil responde a su interés por hacerse entender para los niños. Afortunadamente para la película, también es a través de la narración y las emociones que ésta provoca que su invitación al entendimiento mutuo más que a la tolerancia resulte tan grata. El filme es más que simplemente las huellas de sus protagonistas en la nieve.

Con estándares de animación a la altura de Pixar, Pie Pequeño - 72% no teme dejar grandes huellas del mensaje que quiere expresar y, aunque a veces éste opaca la trama, es otro ejemplo de que el cine animado, e infantil, a veces puede ser el mejor medio para revelar, a través de criaturas fantásticas, los valores más importantes de lo que nos hace humanos. Prestan también sus voces en inglés Zendaya, Danny DeVito, LeBron James y Gina Rodriguez. La película estrena hoy en cines y es una historia que puede disfrutarse en familia.

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