Ingmar Bergman es uno de los pilares de la cinematografía mundial. Representante indiscutible del cine personal e intimista, las películas del cineasta nacido un 14 de julio de 1918 en Upsala, Suecia, son visiones profundas de la vida, a veces pesimistas que tienen como objetivo central hacer una reflexión sobre el alma y las eternas interrogantes de la existencia por ese motivo sus películas nunca son sencillas ya que apelan a la parte emocional y anímica: el amor, el cuerpo y el alma, la vida y la muerte, Dios, la maldad, la pareja, la comunicación, la soledad y los vacíos; para el director sueco responsable de películas fundamentales como El Séptimo Sello - 92%, Persona - 93% y Gritos y Susurros - 89% no había otro arte que igualara al cine en su intención de dirigirse a la consciencia y hablarle de forma tan eficaz al subconsciente, así lo expresó en su libro de memorias Linterna Mágica:
No hay arte que, como el cine, se dirija a través de nuestra consciencia diurna directamente a nuestros sentimientos, hasta lo más profundo de la oscuridad del alma.
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Aunque encontramos algunas obras en clave de comedia, Ingmar Bergman privilegió el drama desde que irrumpió en la escena cinematográfica con su primera película en 1945 titulada Kris (Crisis) hasta que concluyó su prolífica carrera en 1982 con Fanny y Alexander - 100%. Sus más de 40 cintas dan muestra de su carácter autoral ya fuera con relatos arriesgado o decisiones estilísticas con las que rompía con su estilo visual que lo llevaron a construir un corpus caracterizado por la innovación.
Por lo anterior, la obra del director de El Manantial de la Doncella - 94%, Las Fresas Silvestres - 95% y Un Verano con Mónica - 100% ha marcado el devenir del cine, un maestro en toda la extensión de la palabra que dejó constancia de su pasión y su forma entender el séptimo arte, así es como hemos reunido una serie de consejos que uno de los artistas más influyentes del siglo XX dejó para todos aquellos interesados en la cinematografía.
1. El arte de ver cine y ver el cine como una forma de arte
Ante todo, Bergman fue un aficionado empedernido del cine, en otras palabras, un cinéfilo que dejó por escrito su idea de lo que consiste ver una película y apreciarla como un arte.
En promedio, las personas tienen una extraña noción de lo que es ‘ir al cine’. Es muy fácil olvidar que una película, cuando es buena, es una forma de arte que se ubica junto al teatro, la pintura, la escultura, cualquier otra forma de arte imaginable.
2. Concéntrate en el nombre del director y productor de una película y no en el de los actores
Para Ingmar Bergman, la mejor forma de saber lo que tendríamos que esperar de una película consiste en conocer quién es su director y productor ya que, de acuerdo a su testimonio, “un buen director garantiza una buena película”:
Ejemplo: Duvivier, Carné, Capra, Lubitch, Lang, Hitchcock, Cocteau, Renoir, Feyder, Borzage, Korda, Pudovkin, Chaplin, Mamolian, siempre avalan el hecho de que puedes llegar al cine sin que eso signifique esperar una gran basura.
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3. Mientras menos se note la edición, mejor
Fiel a su estilo naturalista, el director de Sonata de otoño - 91% consideraba que los cortes durante la edición debían hacerse durante los movimientos en un intento por crear un ritmo natural dentro del relato. De esta forma el espectador no notará el cambio de plano.
4. El ritmo es esencial
El ritmo en una película lo determina el montaje, es por eso que Bergman aconsejaba poner especial atención en este rubro. Él decía que editar:
Es saber cuándo bailar y cuándo sentarse, cuándo correr y cuándo dejar de respirar… llevar el ritmo.
5. Dale la mano al instinto
Muchas de las buenas decisiones que tomó Ingmar Bergman en su carrera se deben a la intuición. El sueco señalaba que trabajaba sus cintas a partir del primer corte del largometraje, ese resultado era el que le indicaría dónde debía cortar y cómo debía editarse, todo ello siguiendo la dirección que marcaba su instinto.
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6. El director tiene que incentivar una retroalimentación con los actores
Para el director de La Hora del Lobo - 88% era de suma importancia que durante los rodajes hubiera una buena comunicación con los actores. Para Bergman la retroalimentación era una especie de “ola” donde se daban y recibían sugerencias para la producción, sin esta confianza, los rodajes corren el riesgo de volverse duros y tensos.
7. Presta atención a lo que escuchas
Ingmar Bergman era muy receptivo a lo que escuchaba por lo que decía prestar atención a todas las sugerencias que le dijeran los actores o sus compañeros de crew. También, los oídos eran importantes durante la postproducción para escuchar lo que se reproduce ya que “si suena bien, se ve bien.”
8. Ten una rutina
Para Ingmar Bergman la rutina era fundamental. Cuando vivía en una isla de Suecia, el director de Secretos de Mujeres - 100% se despertaba a las 8:00 de la mañana, escribía de 9:00 a 12:00 hrs, se hacía un almuerzo ligero (siempre el mismo), volvía a escribir de 13:00 a 15:00 hrs., luego tomaba una siesta y, finalmente, realizaba una caminata. Por la noche, se reunía con amigos o veía una película. Esto hacía todos los días.
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9. Haz una película solo si tienes algo que decir
El consejo más directo y sincero pronunciado por Ingmar Bergman es este: si no tienes nada que decir y solo quieres hacer una película, mejor no la hagas. Esta fue la máxima que el mismo director de Sonrisas de una Noche de Verano - 100% siguió durante toda su carrera y lo obedeció al pie de la letra aun cuando se sintiera tentado por la “estimulante, peligrosa y obsesiva” artesanía del cine. Para evitar sucumbir a dicho encanto, Bergman procuraba ser honesto con él mismo y filmar cuando realmente tuviera emoción, pasión y una imagen en la cabeza.
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