Gritos y Susurros, de Ingmar Bergman, ¿qué dijo la crítica de este clásico?

Ocupando el puesto número 42 en la prolífica carrera cinematográfica del guionista y director sueco Ingmar Bergman, Gritos y Susurros - 89%, estrenada en 1972 luego del fracaso que le significó La Carcoma (1971), no sólo representa uno de sus trabajos más acabados, sino que además, junto a Sonata de otoño - 91% y Fanny y Alexander - 100%, es uno de sus mayores éxitos comerciales y de crítica. Obra de madures en la cual también resuenan las obsesiones y los temas recurrentes que acompañaron al reflexivo hijo de un ortodoxo pastor luterano: fe, religión, muerte, relaciones humanas y familiares, la figura de la mujer.

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Encontrando inspiración en su propia madre y acorde con su visión inicial de cuatro mujeres vestidas de blanco dentro de una elegante habitación roja, Bergman, decidió rodar Gritos y Susurros en una mansión señorial de finales del siglo XIX. Destacable es a lo largo de este filme la belleza visual de la fotografía de Sven Nykvist, el cuidado de los escenarios, el manejo de los silencios, el color y los contrastes, elementos que en su conjunto desembocan en la construcción de un lenguaje cargado de alegorías y metáforas visuales encaminadas a la búsqueda del significado en el sufrimiento, así como al desgaste de los vínculos y las relaciones afectivas.

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Ejemplo de dicho manejo de lenguaje visual y simbólico lo tenemos desde el inicio del filme en donde, por los alrededores de la mansión, nos percatamos que es otoño, mostrándosenos después el irrefrenable paso del tiempo a través de los relojes colocados en el interior y la presentación progresiva de las cuatro mujeres vestidas de blanco sobre un fondo rojo, una de ellas, Agnes (Harriet Andersson), enferma de cáncer terminal. En el otoño y en el transcurrir del tiempo podemos entender entonces la sugerencia de una muerte inminente, en tanto que con el manejo del color contrapone el rojo como reflejo de las pasiones humanas con la pureza del blanco. De ahí uno de sus comentarios más destacables con respecto a este filme en especial:

Todas mis películas pueden ser pensadas en términos de blanco y negro, excepto Gritos y Susurros.

Con un total de cinco nominaciones al premio Óscar, entre las cuales destaca la poco usual nominación a mejor película, por tratarse de una producción extranjera, Gritos y Susurros - 89% se erige como uno de los mayores éxitos en críticas en la carrera del director sueco. A continuación un ejemplo de ello:

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Roger Ebert del Chicago Sun escribió al respecto:

Bergman nunca hizo otra película tan dolorosa. Verla es tocar los extremos del sentimiento humano. Es tan personal y penetra tanto en la privacidad que se antoja apartar la vista.

Don Druker del Chicago Reader apunó:

El tan señalado simbolismo del color es tan obvio que resulta casi encantador en su simplicidad, y el ambiente gótico nunca fue más resonante.

Vincent Canby del New York Times subrayó:

Única que se mantiene en pie, reduciendo a casi todo lo demás que probablemente veas en esta temporada al tamaño de una pequeña ceniza.

James Berardinelli de ReelViews señaló:

Para entender porqué Gritos y Susurros es una gran película, debe ser experimentada, no sólo observada.

El staff de Variety consigna:

La oscura visión de Igmar Bergman sobre la condición humana se centra en individuos incapaces de mantener una verdadera comunicación interpersonal, excepto en el nivel más primitivo.

Para John A. Nesbit de Old School Reviews:

Aun cuando no recuerdes un diálogo significativo, seguramente conservarás esas imágenes agónicas que comunican el sufrimiento de un alma torturada.

James Kendrick de Q Network Film Desk apuntó:

El dominio de Bergman del medio cinematográfico le permite transmitir esa batalla interna con una actividad física mínima.

Nick Davis de Nick's Flick Picks destacó:

La historia de la muerte más inquietante en las películas, exquisitamente fotografiada, como una ensoñación justo antes de otra vida.

El staff de TV Guide resaltó:

Implacablemente discursiva y sombría, también inquietantemente elíptica y exquisitamente diseñada.

En tanto que para Cole Smithey de ColeSmithey.com se trata simplemente de:

Una impresionante pieza de cine puro por parte de un maestro.

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