El legado de Alfred Hitchcock en el séptimo arte es enorme y en buena medida se debe gracias a lo adelantado que estaba el cineasta a su época. A la hora de crear sus composiciones fílmicas, Hitchcock demostraba un amplio dominio no sólo de técnicas cinematográficas, sino también un gran acierto a la hora de crear atmósferas que involucraran al espectador con la historia que se contaba en pantalla. El director británico trabajó arduamente durante años pero no sería hasta los 50 que empezaría a recibir reconocimiento gracias a una nueva oleada de críticos, los cuales eventualmente se convertirían en cineastas. Ese fue el caso de François Truffaut y Jean-Luc Godard, quienes vieron en los relatos de misterio y melodrama del autor de otras joyas como Psicosis - 37% y La Soga - 97%, a un artesano del cine en plena forma.
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Así como en su en momento Psicosis - 
96% significó un parteaguas para el cine de suspenso y terror, esto gracias a su inconfundible e inolvidable estampa estética, Los Pájaros - 96% también significó otro punto importante en la historia del cine de género. Antes de que Steven Spielberg popularizara las historias de animales que atacan a humanos con Tiburón - 98% el inglés ya lo hacía con esta historia de una agresión de aves en contra de una comunidad costera estadounidense.
En este punto en su carrera las cintas de Alfred Hitchcock ya generaban expectativas y el director incluso se podía dar el lujo de aparecer en los tráilers, sin mostrar una sola escena y solo para narrar las tramas. Para esta adaptación del relato de Daphne Du Maurier , autora que el cineasta ya había llevado al cine con Rebecca - 100%, el cineasta ocupó los servicios de Tippi Hedren, esto luego de ya no poder contar con su musa Grace Kelly, con quien trabajó en la década de lo saños 50. La filmación fue tensa para los actores y es que el director, quien consideraba al actor en términos generales como ganado, era inmisericorde a la hora de filmar las secuencias de acción más complicadas. Así como otras películas del cineasta, el tiempo le ha dado más admiración y seguidores y sin duda es una piedra angular en este tipo de historias en las que la naturaleza se vuelca en contra del siempre desconsiderado y apático ser humano.
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Alastair Sooke, Daily Telegraph:
El verdadero genio de la película, basado en un cuento de Daphne du Maurier de 1952, es la forma en la que Hitchcock hace que los malévolos pájaros parezcan una manifestación del malestar mental de sus personajes.
Moira Walsh, America Magazine:
La película persigue falsas pistas con excesiva calma y ocasionalmente con fatuidad. Es un tributo a la maestría que Hitchcock tiene de su arte, que convierte abrumadoramente real la amenaza de los pájaros.
David Keyes, Cinemaphile.org:
En el grueso de una narrativa impecable que presta una atención profunda a todos los involucrados, el gran cineasta logra llegar hasta el interior del abismo psicológico y encuentra una rica inspiración.
Matt Glasby, Total Film:
Aunque le falta la profundidad psicológica de las grandes obras de Hitchcock, está caracterizado por una espeluznante simplicidad.
Alan Jones, Radio Times:
Este clásico de Hitchcock de alguna manera se alejo del favor por un tiempo, pero, en el reino de la mitología popular es ahora rival sólo de Vértigo y Psicosis.
Richard Brody, New Yorker:
Pocos filmes retratan de manera tan misteriosa y aun así meticulosa, la sensación metafísica e histórica de un mundo fuera de su coyuntura.
Leo Goldsmith, Not Coming to a Theater Near You:
Los Pájaros representan mejor que ningún otro filme de Hitchcock, las polaridades extremas de su universo: por una lado la viciosa impredictibilidad y un desorden moral y emocional, y, por otro lado, un riguroso control en el estilo y la organización formal.
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