François Ozon es de esos directores que procura tener, al menos, una nueva película lista para estrenar cada dos años. El realizador francés tiene un ritmo de trabajo constante y enfocarse en mantener cierto número de producciones a flote, la calidad puede salir perjudicada. El realizador llegó a salas de México con Una Nueva Amiga - 80%, una suerte de drama que buscaba explorar las relaciones interpersonales entre hombre y mujer desde un ángulo particular.
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Ahora Ozon vuelve con Frantz - 82%, una cinta en blanco y negro que gira en torno al sentimiento de culpa de un soldado de la Primera Guerra Mundial por haber matado a un hombre. La cinta es, a la vez, un remake de Broken Lullaby de 1932 y una adaptación de la obra del escritor francés Maurice Rostand.
La película sigue a nuestro protagonista y sus intentos de tener paz interior al encontrarse con la viuda del soldado alemán al que quitó la vida. Por supuesto, las cosas no serán tan fáciles y diferentes emociones se encontrarán en este relato en el que Ozon ha logrado conjugar elementos narrativos de diverso sabor. La fotografía acompaña a los personajes y pinta una imagen llena de contrastes, tanto en lo visual como en lo emocional. Frantz - 82% estuvo hace unos meses en los ciclos de cine francés que visitó varias salas del país y ahora tiene su eventual estreno comercial. La crítica ha sido principalmente positiva con esta obra fílmica de un realizador experimentado.
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Michael O'Sullivan, de The Washington Post:
Una historia bellamente contada sobre el amor y la pérdida durante la posguerra.
Ty Burr, de The Boston Globe:
Lenta y placentera, desarrolla sus temas con una medida de suspense, simpatía hacia sus personajes y una fe duradera en el arte cinematográfico.
Rafael Paz, de Butaca Ancha:
Ozon opta por usar blanco y negro y color para marcar una diferencia entre las escenas “reales” y aquellas donde el supuesto (amoroso, físico o mental) ocupa la pantalla. Es un juego visual que fortalece las ideas de Ozon, no obstante las vuelva un poco obvias.
Alejandro Alemán, de El Universal:
Una de las cintas más sencillas y más admirablemente hermosas que se podrán ver este año.
Benjamín Harguindey, de EscribiendoCine:
La película de François Ozon funciona mientras se apega a las reglas de juego. Si bien se despista decae notablemente.
Jay Weissberg, de Variety:
Los resultados finales son extrañamente más artificiales y menos conmovedores que los de la película original de 1932.
Eric Kohn, de indieWire:
Ozon puede carecer del llamado "Toque de Lubitsch", pero "Frantz" es un recordatorio de que este director francés tiene un tono firme y propio.
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