Xavier López Rodríguez, nacido en el año 5 de nuestra era, digo, en el año 1935, es uno de los actores, comediantes y figuras de la cultura popular mexicana más reconocido de las últimas décadas. Mejor conocido como Chabelo, se desempeñó como conductor de En Familia con Chabelo, programa de concursos de la pantalla chica que se emitió cada domingo de forma ininterrumpida desde el 26 de noviembre de 1967 hasta el 20 de diciembre de 2015. Son ya dos años desde que Chabelo dejó el programa en el que se “catafixeaba” una cosa por otra, en el que se anunciaban los juguetes más codiciados de la temporada que todo niño deseaba. Junto con Ramiro Gamboa, el Tío Gamboín, Chabelo fue una de las figuras infantiles más importantes de México.
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Chabelo, con su eterno atuendo y voz de niño, realizó una labor que en estos tiempos más cínicos y frívolos de redes sociales, en las que todo se vuelve un meme socarrón, parecería más necesaria que nunca. La tradición del programa de concursos es bastante nutrida en la historia de nuestro país, un país donde la unidad familiar aún es vista como una parte fundamental de la idiosincrasia. A pesar de que las cifras de crimen, corrupción y violencia doméstica parecen cimbrar los cimientos de la cultura popular, el éxito de Coco - 97% viene a confirmar una vez más que el mexicano aún cree en este ideal de la familia unida. Un programa como el de Chabelo ayudaba a construir esta imagen, un tanto mitológica y, tras bambalinas, cernía una forma de convivencia para todas las edades.
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El propósito de un buen programa de concursos no debe ser sólo promover productos, sino emocionar al espectador ante la idea de la obtención de una recompensa, de una pequeña fortuna; el programa debe ser la celebración social en la que nos unimos para desear que otro logre un triunfo y eso de la unión es, sin duda, algo en lo que el mexicano necesita trabajar arduamente. Una vez más, el programa de concursos debe ser una oportunidad ideal para que las familias se reúnan y compartan un momento, aunque sea efímero y que pueda quizás reparar un poco el mencionado “tejido social”, ese que poetas y activistas mencionan, pero que nadie sabe realmente de qué está hecho. En familia con Chabelo, muy a su manera, buscaba tejer un poco de dicho material social al acompañar a niños de diversas generaciones y estimular sus sueños de infancia.
La carrera en cine de Chabelo fue increíblemente diversa y aunque para muchos se reduce a las cintas que realizara junto a “Pepito” y en las que enfrentaban a seres fantásticos, tuvo la oportunidad de trabajar al lado de varios de los grandes de nuestro cine como Mauricio Garcés, Mario Moreno "Cantinflas", Viruta y Capulina y Los Polivoces. Con su participación en la próxima adaptación de El Complot Mongol de Rafael Bernal el actor busca dar un giro a su carrera aún en una etapa tan avanzada. Sin embargo, para muchos que babeábamos con los juguetes anunciados cada domingo en la mañana, Chabelo siempre será el que podía catafixear lo que fuera, incluso los malos momentos o los castigos (al menos en nuestra imaginación). A pesar de que casi diario vemos algún meme relacionado con su ficticio fallecimiento, cuando Chabelo realmente parta dejará un enorme hueco en la televisión mexicana, uno que se ve difícil que pueda ser cubierto en un futuro cercano.
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