La Noche de los Muertos Vivientes (1968), de George A. Romero, ¿qué dijo la crítica de este clásico?

Pese a que en el pasado se habían creado cintas como I Walked with a Zombie - 92% y White Zombie - 89%, el género de los muertos vivientes como tal aún no nacía en forma. Los zombies de estas historias eran propios de la tradición haitiana: personas que eran controladas en vida con alguna droga o hechizo para obedecer la voluntad de alguien más. Este tipo de largometrajes eran esporádicos y realmente no creaban una corriente fílmica como tal.

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Sería hasta la década de los años 60 cuando el cine de terror daría un vuelco completo con La Noche de los Muertos Vivientes - 96% de George A. Romero. Inspirado en el cuento I Am Legend de Richard Matheson , Romero tejió una nueva clase de historia de terror donde los muertos volvían a la vida por razones misteriosas. Esto obligaba a varios personajes a defenderse en un espacio reducido. Si bien la palabra zombie jamás es mencionada en la cinta (se usa la palabra ghouls) toda una nueva vertiente narrativa nació en ese momento.

Era el año de 1968 y la cinta se estrenó 6 meses después del asesinato de Martin Luther King Jr. Las tensiones raciales y sociales estaban al rojo vivo y Romero decidió poner a un actor negro en el papel estelar, pero no para cubrir alguna ficticia y absurda cuota de género, sino porque consideraba al actor de teatro Duane Jones el idóneo para interpretar al héroe. Ninguna película de estudio de Hollywood tenía héroes de color en aquel entonces, salvo Sidney Poitier como la rara excepción. Romero rompió el molde sin proponérselo e inyectó a su relato un emergente contexto social.

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El contenido gráfico de la cinta es bastante suave para estándares actuales, pero para su época ver sangre y entrañas en la pantalla era algo poco común. La respuesta de varios críticos fue totalmente hostil, aunque con el paso del tiempo la cinta adquirió el respeto y reconocimiento que merecía. Como otros grandes del arte, Romero estaba totalmente adelantado a su época.

Amos Barshad para New York Magazine:

La visión de Romero abrió las puertas para el cine de zombies al por mayor. Para los estándares actuales la cinta podrá parecer inofensiva, pero su mensaje social es por demás punzante y relevante.

Roger Ebert relató con detalle la reacción de la audiencia al ver la cinta en 1969:

La sala estaba llena de jóvenes y sus risas y gritos se apagaron para el final de la cinta. No supieron qué les pegó, había un silencio total y alcancé a ver a una joven llorando en su asiento.

Dave Kehr para Chicago Reader:

La secuela, El Amanecer de los Muertos Vivientes, es más compleja en cuanto a temática y hechura, pero la original conserva una fuerza y potencia cruda que resuena en la actualidad.

Alan Jones para Radio Times:

Romero redefinió totalmente el cine de terror en su clásico de los años 60, esto gracias a su contexto social y aura lúgubre.

Tim Brayton para Antagony y Ecstasy:

La película usa la violencia como herramienta para diseccionar la psique y mentalidad de la sociedad americana de su época.

Nigel Floyd de Time Out:

Puede que al principio se rían de lo que ven, pero eventualmente sentirán un nudo en la garganta que no los dejará hasta que los créditos finales rueden.

Elliott Stein para Village Voice:

Romero filmó esta joya con un presupuesto mínimo pero con gran confianza en su visión de una sociedad dividida no por monstruos, sino por sus propios temores y resentimientos.

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