Esta semana los estrenos nos llevan al mar aunque se trate de dos cintas muy diferentes, la primera nos reúne con nuestros viejos amigos de Buscando a Nemo - 99%, mientras que la segunda nos vuelve a hacer tenerle miedo al mar con un tiburón gigante. ¿Qué tan aptas son estas cintas para los chiquitos de la casa?
Clasificación: AA (Para todas las edades, algunos temas sugestivos).
La secuela de la aclamada cinta de Pixar Buscando a Nemo nos trae a la olvidadiza pececita Dory cruzando el Océano Pacífico para encontrar a sus padres, a quienes recientemente recordó. Durante su viaje es ayudada por distintas criaturas del mar, entre ellos sus viejos amigos Marlin y Nemo, un pulpo enojón, y una tiburón ballena medio ciega. Es una película divertida y llena de color, cosa que esperamos en una cinta de Pixar, todo un deleite visual. Sin embargo, hay algunos momentos (sobre todos flashbacks) donde Dory recuerda cuando era niña y se separa de sus padres, además de sentirse sola y perdida en la inmensidad del océano. Quizá algunos padres de familia sientan un leve lagrimeo al ponerse en el lugar de los padres de Dory, en especial en una escena cerca del final de la película. Dory y sus amigos están constantemente en peligro, pero viéndolo del lado positivo, siempre encuentran la manera de ayudarse unos a otros. Padres de familia con hijos con alguna discapacidad o dificultades de aprendizaje apreciarán el tratamiento digno y respetuoso que le dieron a la perdida de memoria a corto plazo de Dory. Una excelente opción para toda la familia.
Clasificación: B (Contiene imágenes sangrientas, secuencias se peligro intenso y breve lenguaje fuerte).
Blake Lively v.s. un tiburón blanco, ¿quién ganará? Esa es la premisa de esta intensa película de género. Lively interpreta a una joven que va a surfear a una playa solitaria en México. Ignorando las advertencias de que salga del agua antes de que oscurezca, decide quedarse para montar una última ola cuando es atacada por un enorme e insistente tiburón blanco. Es una cinta genial, debo admitir, en el mejor de los sentidos. El personaje de Lively sufre una mordida en la pierna, la cual sutura de manera improvisada. Las demás personas que se encuentran en la playa no tienen tanta suerte. Se encuentra en constante peligro, pero también se vuelve muy inteligente a la hora de actuar una vez que se van acabando sus opciones para sobrevivir. Además de que tiene la oportunidad de utilizar una gran grosería en el momento perfecto (la única que permite esta clasificación en Estados Unidos). Esta es una frenética, aterrorizante, bien hecha y sorprendentemente entretenida película. Niños mayores de 12 y 13 años podrán verla sin problemas.
Esta es una traducción de la Guía Para Padres de Rotten Tomatoes.
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